Dani Sordo ha explicado algunos de los cambios que presenta el Rallye de Portugal de cara a esta edición, una con las que marca las bodas de plata además de continuar con su hueco en el Campeonato Mundial de Rallyes. Uno de ellos es la composición del propio suelo de los tramos, el cual es bastante distinto del de otros años.
La organización de la prueba ha añadido una capa de tierra fina, muy compacta, que cambia la dureza en buena parte del itinerario, desde el tramo del shakedown hasta los tramos de la primera etapa – los más largos todo el rallye con los 26,70 kilómetros de Viana do Castelo y los 27,46 de Ponte de Lima. Eso sí, a medida que los coches van pasando se va revelando unas pistas más blandas, unas en las que incluso llegan a marcarse al momento las marcas de los neumáticos.
¿Los cambios realizados por la organización hacen que se parezca mucho o poco los reglajes con respecto a lo que habéis visto en los test?
“En los test tampoco es que se parezca mucho pero bueno, sigo más o menos con los mismos reglajes que llevaba en México o Argentina. Son unos tramos que están un poco más arenosos, un poco más sueltos. Son de un tipo muy similar al shakedown (que se realiza en el Autódromo de Baltar un año más), lo bueno que tiene es que como el shakedown también lo han cubierto con lo mismo… ¿sabes?”
Este año volvéis a tener diferencial central. Me han comentado ya que ofrece muchas oportunidades, muchas libertades. Pero, ¿en qué sentido?
“El diferencial central hay que saberlo manejar bien. Sobre todo los ingenieros, porque la verdad es que el piloto no puede manejar mucho. Creo que a veces tienes más que perder que ganar, porque es cierto que da un poco más de libertad como dices, pero tampoco es mucho mejor.”
¿Se puede tocar un poco desde el volante, con unos botones?
“Bueno, lo que tienes es un botón con el que se puede bloquear más o menos.”