El equipo Citroën Racing ha tenido una jornada dispar en apenas unos minutos durante el primer tramo del Rallye de Alemania, la súper especial de Saarbrucken. Mientras que Craig Breen y Andreas Mikkelsen han demostrado el potencial del C3 WRC, Kris Meeke ha estrellado el suyo contra un muro de hormigón.
En el caso del irlandés y el noruego, no sólo han terminado el tramo sino que se han colocado en tercera y cuarta posición, por delante de pilotos como Sébastien Ogier, Thierry Neuville, Jari-Matti Latvala o Dani Sordo. El ritmo del C3 WRC está más que demostrado sobre asfalto seco, siendo un ejemplo la porción del Tour de Córcega que Meeke estuvo liderando por delante de Neuville hasta que se le rompió el motor sin previo aviso.
Por desgracia para Meeke, un error de cálculo le destrozó la suspensión delantera derecha y todas sus posibilidades para pelear por una posición decente en este rallye. Después de varios accidentes en casi cada rallye del WRC y un Rallye de Polonia en el que estuvo en el banquillo, se trata de un nuevo golpe de moral en contra de quien se esperaba que pelearía por el título a principios de año frente a Neuville y a Ogier.
Por otro lado, hay que considerar si el uso de muros de hormigón era apropiado para una súper especial tan estrecha en el que varios pilotos llegaron a raspar los límites. El propio Latvala se preguntaba al final del tramo si hubiera sido mejor colocar una protección de plástico en lugar del bloque que ha resultado letal para las aspiraciones de Meeke. A otros pilotos, como a Neuville, les hizo perder confianza y recorrer el tramo de manera segura, perdiendo algunos segundos – el scratch fue a parar a las manos de un sorprendente Jan Kopecky con su Skoda Fabia R5.