Aquella p... arqueta

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La tarde del sábado siete de octubre fue descorazonadora para muchos seguidores del Mundial de Rallyes en España, pues en el TC-12 Dani Sordo se veía obligado a abandonar el rallye por un pequeño toque con una arqueta. El golpe llegó en un momento en el que el español de Hyundai estaba rodando segundo, capaz de pelear contra Sébastien Ogier y Ott Tänak, además de encontrarse no muy lejos del que acabó siendo el ganador eventual de la prueba, Kris Meeke.

La explicación del golpe no tiene mucha complicación: en una curva de derechas estaba oculta una arqueta de hormigón, la cual se anotó en los reconocimientos (lo llegaron a hablar con sus ouvriers, Enrique García Ojeda y Carlos del Barrio) pero en un principio no parecía ser de gran importancia. Sordo y Marc Martí hicieron la primera pasada sin tener ningún problema con la arqueta, por lo que en la segunda fueron a más – por desgracia, fueron unos dos centímetros más que acabaron ocasionando el golpe que les dejó fuera de carrera.

Estas imágenes (sumándose también el accidente de Andreas Mikkelsen y, a la mañana siguiente, el de Thierry Neuville en circunstancias muy similares) dan que pensar que el i20 Coupé WRC tiene un gran talón de Aquiles en la suspensión. También hay que tener en cuenta el ángulo con el que Sordo y Mikkelsen le pegaron a la arqueta: de haber estado más paralelos la rueda y la arqueta no se hubiera echado para atrás, sino que habría pasado por encima.

No es la primera vez que ocurren este tipo de incidentes entre los Hyundai esta temporada: ya ocurrió con Thierry Neuville al final de la segunda jornada de Monte-Carlo cuando lideraba la prueba. También le ocurrió en el Panzerplatte Arena en Alemania – igual tiene algo de sentido cuando el belga dice que no piensa cambiar su estilo de conducción. En ese mismo tramo del Rally RACC, la misma arqueta fue también golpeada por Ott Tänak y Mads Ostberg, pero ninguno de los Ford Fiesta WRC tuvieron mayores problemas y pudieron continuar en la prueba.

Los jokers que se han utilizado durante la temporada en el equipo de Michel Nandan han mejorado el coche de manera significante: cambios en la salida de escape, un nuevo paquete aerodinámico que estrenaban en España…no obstante, ha quedado evidenciado donde tienen que centrar sus recursos, pues les ha costado pelear por un título de constructores que está ya casi en la puerta de la casa de Malcolm Wilson (y el de pilotos en la de Ogier). No resulta raro que estos coches en su primer año de competición tengan puntos débiles, pero el haberse evidenciado tan tarde ha salido caro en Alzenau.

Pero el otro centro de interés de este texto está en el propio Sordo: un Sordo que lo dio todo, que se esforzó al cien por cien, que demostró que Nandan y Alain Penasse están en lo correcto en seguir confiando en él tras cuatro años y que se entregaba a la afición en cada curva. No son muchos los que logran llegar y mantenerse en la máxima categoría peleando de esta manera.

Por desgracia, esa arqueta seguía en aquella curva cuando pasó Sordo, dando al traste con toda la ilusión que tenía él y todos sus seguidores. Una vez más, todo su esfuerzo – algo que todos, todos los que siguen este deporte deberían reconocer –, el de Martí y el de todo el equipo Hyundai se quedaron en nada.

En cierto sentido se puede comparar con Jean Alesi, un gran piloto de Fórmula 1 que llevaba a Ferrari en su interior (era francés de descendencia italiana) pero que por unos infortunios u otros nunca fue capaz de ganar más de una carrera, en concreto el Gran Premio de Canadá de 1995. Ahora bien, la diferencia entre Alesi y Sordo (que hasta el momento sólo ha ganado el Rallye de Alemania de 2013, además del Nacional de Asfalto y el Junior WRC en 2005) es que en sus cuatro últimos años en Fórmula 1 Alesi entró en una espiral descendente con equipos de mitad del pelotón (Sauber, Jordan y un decadente Prost) mientras que Sordo sigue siendo capaz de luchar en asfalto o en tierra contra Neuville, Ogier, Meeke, Mikkelsen, Tänak o Jari-Matti Latvala, manteniéndose en la cumbre.

Los años no pasan en balde y llegará en el momento de que el cántabro decida dejar el WRC, pero hasta entonces lo justo es respetar y admirar el esfuerzo que realiza en cada rallye, aunque luego los frutos no se plasmen en el palmarés como ocurren en otros casos, quizá, con más fortuna. Tras doce años y una de las carreras más extensas, Sordo ha sabido continuar carrera tras carrera frente a su afición. Gales será su última aparición mundialista en 2017 ya que en Australia no va a formar parte de la alineación de Hyundai, por lo que ya podrá prepararse para 2018.