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Las cuentas se complican para Hyundai. El Rallye de Gales nos ha dejado un par de titulares totalmente opuestos. Por un lado, en Toyota todo son sonrisas al ver que su máximo exponente, Ott Tänak, ya roza el tan ansiado título de pilotos e incluso podría cantar ya el alirón en Cataluña, sin tener que esperar al desenlace del campeonato para sellar su primera corona mundial.
Por otra banda, en Hyundai han sido los grandes derrotados del fin de semana. A la vez que Neuville ve como, una vez más, el título personal se aleja, la clasificación por puntos también pone en serios aprietos a la firma coreana. Con Toyota en estado de gracia, tendrán que intentar invertir la tendencia para salir líderes de la ronda española, antes de afrontar un final de fiesta que se avecina interesante.
Como no podía ser de otra manera, Andrea Adamo ha mostrado su descontento con el rallye británico y más si cabe con el resultado de su equipo. Pese a que Neuville si ha conseguido sumar un buen botín para el equipo, ni Mikkelsen ni Breen han logrado acercarse a la cabeza, especialmente este último, condenando su rallye después de un vuelco en la etapa del sábado.
Adamo llegó a la cabeza del equipo para sustituir a un Michel Nadan que tampoco logró el doble. El italiano prometió un cambio total en el equipo y por ello, conseguió firmar a nada más y nada menos que a Sébastien Loeb, separándolo por primera vez de la firma francesa en una maniobra muy aplaudida. Ahora mismo cuentan con cinco tripulaciones con contrato y probablemente el frente más fuerte y completo del mundial. Aún así, los números no son los esperados.