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Sébastien Ogier ha terminado su segunda jornada de test con el Ford Fiesta WRC con un accidente, poniendo fin a la sesión que tenía organizada el equipo M-Sport para preparar el Rallye de Montecarlo. Se trataba del segundo día en el que el vigente campeón mundial probaba su nueva montura sobre asfalto.
El francés, que estaba rodando a pocos kilómetros de su pueblo natal de Gap, ha perdido el control del coche y ha dañado el eje trasero. Los daños han sido suficientes para cancelar los test para el resto de la semana, puesto que el equipo necesita tener las tres unidades lo mejor preparadas posible de cara a Montecarlo para Ogier, Ott Tänak y Elfyn Evans.
Durante la jornada anterior, Ogier había estado probando los neumáticos, tanto los de clavos por la mañana como los blandos y superblandos de asfalto. Con los compuestos de asfalto tuvo problemas de degradación, encontrándose las gomas desgastadas tras apenas treinta y cinco kilómetros debido a la mayor exigencia que producen los nuevos World Rally Cars.