La FIA ha decidido imponer 30.000 euros de multa a Hyundai Motorsport por llevar un software de la centralita electrónica distinto al homologado en uno de sus Hyundai i20 R5, en concreto el de Diego Domínguez. De estos 30.000 euros, 5.000 han de ser pagados de manera obligatoria y los otros 25.000 euros quedan suspendidos, teniendo que ser abonados si volvieran a reincidir en un error similar antes del final de la temporada 2019 del Campeonato Mundial de Rallyes.
Según ha explicado tras el Rallye de Argentina el responsable del equipo, Michel Nandan, pidieron al fabricante de sus centralitas unas cuantas piezas que no eran al cien por cien idénticas a la que se detalla en la ficha de homologación del i20 R5. Es posible corregir esta diferencia con una actualización de software, pero la que llevaba Domínguez en su coche no tenía esta actualización – lo cual es interesante ya que se trata de un coche que fue entregado en febrero de 2018.
Este problema ya se conocía durante el fin de semana de la prueba sudamericana, pero tratar de corregir la centralita durante el rallye significaba arriesgarse a que no funcionase como era debido y no contaban con centralitas de repuesto. Por ello, nada más acabar el rallye Hyundai Motorsport fue a actualizar y verificar esta centralita junto con el delegado técnico de la FIA, Jérome Toquet – según Toquet, no es la primera vez que ocurre con los coches salidos de la fábrica de Alzenau.
Por ello, y con la idea de que los coches que se entreguen a sus clientes estén conforme a la normativa R5, se ha impuesto esta multa a Hyundai. Para ello se ha aplicado tanto el artículo 12.4.1 como el 12.2.1 del código deportivo internacional – en este caso se ha aplicado sólo a la marca, dejando a Domínguez sin perjuicios en la clasificación final de la prueba (quedó cuarto en WRC2).