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Fuera de lo deportivo, había sido el tema más comentado en el Rallye Ribeira Sacra. Durante el trascurso de la carrera, el piloto gallego David Rivas fue sometido a una prueba de detección de drogas, que por error daba positivo en THC -el tetrahidrocannabinol es el principal constituyente psicoactivo del cannabis. Así pues, el equipo era obligado a abandonar la prueba, a esperas de la segunda prueba realizada mediante un análisis de sangre.
Sin conocer todavía los resultados oficiales que son revelados gracias a la prueba citada anteriormente -con nulas probabilidades de error, saltaba a la luz una noticia -publicada en el medio oficial del campeonato gallego de rallyes- que daba por bueno el positivo del deportista, ilustrando la publicación con una imagen del vehículo del participante, sin respetar la conocida como presunción de inocencia.
Visto lo sucedido, David Rivas se sometió a un análisis voluntario realizado en el laboratorio de toxicología de la USC, con el fin de justificar el error en la primera prueba realizada por los agentes y despejar todas las dudas acerca de su posible positivo. Como es evidente, este análisis resultó negativo, al igual que la prueba laboratorio realizada por la propia Dirección General de Tráfico.
Demostrada ya la inocencia del piloto gallego, a quien se le atribuyen varios méritos deportivos importantes, especialmente durante su estancia en el campeonato de España de rallyes de tierra, la propia Federación Gallega de Automovilismo ha sacado a la luz un comunicado con el objetivo de aclarar la situación e intentar minimizar los daños creados por la no contrastada noticia publicada en primer momento.