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El Campeonato de Andalucía de Rallyes de Asfalto se desplazó el pasado fin de semana hasta la provincia de Málaga para la disputa del XXXI Rallye de Gibralfaro, tercera prueba calendada del certamen regional. En ella se dieron cita más de una treintena de participantes, quienes tuvieron que batallar sobre un enrevesado escenario caracterizado por la inestabilidad meteorológica y la complejidad del recorrido.
La primera parte de la jornada matinal estuvo marcada por la niebla, presente en algunas zonas, y el agua, que dejó el piso bastante húmedo. Circunstancia que aprovechó Óscar Gil (Citroën C2 R2 Max) para estampar su sello en la primera especial del día y anotarse el scratch. Tras él, a 2,2 segundos, se situó un rapidísimo Carlos Rodríguez (Peugeot 206 XS) y el tercer mejor crono fue a parar a los dominios del líder del campeonato, Pedro David Pérez (Porsche 911 GT3 2010), quien pronto pasaría a ocupar la posición que acostumbra.
El piloto granadino apretó en el segundo tramo consiguiendo el mejor tiempo del mismo, pero no fue hasta la tercera especial cuando logró desbancar a Gil del liderato de la prueba. Una primera plaza que fue apuntalando poco a poco, a ritmo de scracth, para llegar al ecuador del rally con una ventaja de 1:38.0 sobre el segundo clasificado.
Pedro Cordero (Porsche 911 GT3 2007), por su parte, no estuvo fino en los compases iniciales de la prueba, ya que erró en la monta de neumáticos. Al piloto malagueño le costó coger el ritmo en los tramos que integraron el bucle inicial. No obstante, tras el primer reagrupamiento, comenzó recortar diferencias con Gil y Rodríguez, consiguiendo finalizar la primera parte de la prueba en tercera posición, por delante del joven piloto onubense.
La jornada vespertina se estructuraba en torno a cuatro especiales (dos pasadas al tramo de Casarabonela-El Burgo y otras dos a la especial de Alozaina), y mucho tendrían que cambiar las cosas, como finalmente sucedió, para despojar a Pedro David Pérez del primer puesto de la prueba. El granadino de Porsche seguía a lo suyo, marcando el mejor tiempo en cada uno de los tramos que disputaba y justificando por qué era líder del campeonato. Pedro Cordero, a diferencia de la primera parte del rallye, salió a atacar, con la premisa de alcanzar el segundo puesto de la cita malacitana. Y su objetivo se vio materializado al finalizar el primer bucle de la tarde, cuando superó a Óscar Gil en la general, aventajándolo en 5,5 segundos.
No obstante, el piloto malagueño de Citroën no se daría por vencido y, en el segundo paso por Casarabonela-El Burgo, endosó 12,1 segundos a Cordero, recuperando el segundo puesto de la clasificación. Parecía que la segunda plaza de la general se decidiría en el último tramo del rallye, pero lo que no esperaban los participantes es que también se decidiera la primera posición del mismo.
Pérez salió a completar la última especial de la cita malagueña cuando, a pocos kilómetros de la salida de Alozaina 2, el motor de su Porsche se rompió, dejando un reguero de aceite sobre parte del recorrido y el liderato en el aire. Cordero, dispuesto a atacar hasta el último kilómetro para superar a Gil y hacerse con la victoria en Alhaurín, también tomó la salida. Pero, una vez que el de Porsche estaba en liza, Dirección de Carrera decidió neutralizar el tramo por el aceite que derramó la montura de Pérez.
En un principio, los comisarios dieron la victoria a Pedro Cordero, siendo Óscar Gil segundo y Carlos Rodríguez tercero. Pero, finalmente, tras la reclamación de Gil, los comisarios deportivos rectificaron su decisión inicial y adjudicaron a todos los participantes un mismo tiempo, por lo que la clasificación general quedó configurada tal y como estaba cuando finalizó la penúltima especial (quitando de la misma a Pedro David Pérez), en la que Gil superaba a Cordero por 6,6 segundos y, de esta forma, se proclamaba ganador del XXI Rallye de Gibralfaro. Asimismo, el podio fue completado por Carlos Rodríguez, quien también consiguió la segunda victoria consecutiva en la Copa Sort.