José Antonio Aznar continúa haciendo historia. El almeriense, que comenzó su carrera deportiva en esto del automovilismo allá por los 80, no para de cosechar éxitos desde que se introdujo en la disciplina de los rallyes. En 2013 conquistó por primera vez el trono de campeón regional y, desde entonces, ha dominado con mano de hierro el certamen hasta este año, en el que ha sabido superar los escollos que ha encontrado en el camino con la gallardía que atesoran los grandes campeones. Una actitud, la de no claudicar ante las adversidades, la de no darse por vencido ante los infortunios, la de no rendirse ante la mala suerte, que le ha permitido conseguir su cuarto título autonómico consecutivo. Todos ellos con José Crisanto Galán a su derecha.
Quién lo iba a decir a principios de temporada, cuando su Porsche lo dejó tirado en Almanzora y Córdoba. Quien lo iba a decir a mitad del curso, cuando las desdichas sufridas en los primeros compases del certamen hicieron que cambiara sus miras hacia la Montaña. Y quien lo iba a decir antes de la última prueba del campeonato, a la que llegaba tercero a 100 puntos del líder. Pero, en ocasiones, el destino es caprichoso y nos deja carambolas como las vividas este fin de semana en Granada.
Pedro David Pérez lo tenía todo para ganar. Llegaba a la prueba clausura comandando la clasificación, con un buen coche, un cómodo margen de puntos sobre sus perseguidores y la ventaja de correr la última cita en casa. No obstante, una fuerte salida de carretera en el primer tramo del rallye daba al traste con sus opciones de victoria. En ese momento, el título quedaba a merced de dos pilotos: Pedro Cordero, a 15 puntos de la primera plaza, y José Antonio Aznar.
El almeriense era consciente de que sólo una posición, la primera, le valía para extender su hegemonía un año más. Por ello, se puso manos a la obra desde el primer metro cronometrado, con la idea de agenciarse la prueba lo antes posible. Sólo cedió tres scratch de nueve posibles y, una vez completado la mitad del itinerario, ya tenía el triunfo en su mano.
Pedro Cordero, por su parte, se presentaba a la última cita del año con una montura diferente a la que ha venido utilizando los últimos abriles. Un Mitsubishi EVO X, con el que había rodado muy pocos kilómetros, fue el vehículo elegido por el malagueño para disputar la partida decisiva y, como era de prever, se dejó un buen margen de tiempo en las primeras especiales. Poco a poco, a medida que se desarrollaba la prueba, fue haciéndose con el control del vehículo nipón y escalando posiciones en la general para, finalmente, acabar el rallye en cuarta plaza, posición que no le valió para hacerse con el título absoluto.
Así las cosas, con Aznar de nuevo en lo más alto, ha finalizado un año más el Campeonato de Andalucía de Rallyes de Asfalto. Las últimas líneas de la temporada nos gustaría dedicárselas a todos los pilotos que, con sus inscripciones y sacrificio, han hecho posible que el certamen salga nuevamente adelante y, por último, darle ánimos a aquellos que, como Pedro David Pérez y Antonio Martín, han sido víctimas de la desdicha en algún momento de la temporada. Dicho esto, nos despedimos hasta el próximo curso.