Projekt E, el coche de rallycross que puede marcar ejemplo para rallyes eléctricos

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A mediados de este mes de septiembre STARD, compañía liderada por el expiloto de rallyes Manfred Stohl centrada en el desarrollo de vehículos de competición eléctricos, mostraba al mundo su nuevo Projekt E. Asociados a IMG (promotor del Campeonato Mundial de Rallycross), este nuevo coche promete un gran nivel de acción con motores eléctricos a partir de la próxima temporada, anticipando el paso del WRX a propulsión eléctrica para 2021.

En lo que a prestaciones se refiere, no dista mucho de los coches de combustión en términos de potencia ya que cuenta con 613 caballos, conseguidos gracias a un motor en cada uno de los dos ejes. Ahora bien, lo que lo hace destacar es el descomunal par máximo de 1.100 Nm, lo que lo hará brillar al salir de las curvas o en la misma aceleración desde parado. Hay que recordar que los motores eléctricos no dependen de mayores o menores revoluciones por minuto, sino que ofrecen un par máximo lineal y constante, además de ser inmediato.

Ahora bien, la clave de estos coches no está solo en sus cifras, sino en las cifras que pueden ahorrar a los equipos que compitan con los mismos. Dado que un sistema eléctrico cuenta con menos elementos, sobre todo si utiliza una transmisión continua variable (CVT), también puede ser más sencillo.

“Asumo que habrá un ahorro de en torno a un 60 por ciento, porque necesitamos menos piezas como el turbo o el embrague, ahorrándonos sus costes de mantenimiento. Hemos recibido un feedback tan positivo que espero (de cara a 2020) en torno a 12 o 15 coches”, declaró el propio Stohl según recoge el medio Rallye Magazin.

Este aspecto puede ser interesante dado que un sistema más sencillo para coches de rallyes podría trasladar este mismo ahorro de coste a equipos de rallyes, teniendo en cuenta el mantenimiento necesario para algunos coches a lo largo de un fin de semana. Si en el caso de un R5 el coste es de unos 15.000 euros para una prueba de nivel nacional y dicha cifra se dispara más allá del triple para un rallye del mundial, el paso a energías eléctricas podría rebajar los números a cantidades más asequibles. La FIA ya está iniciando el camino con la futura generación de World Rally Cars, que a partir de 2022 contarán con motores híbridos.

Ya en 2020 no solo estarán los coches eléctricos de Projekt E corriendo en circuitos de rallycross, sino que también estará un auténtico laboratorio de pruebas en Alemania: el año que viene los Opel Adam Cup de gasolina serán reemplazados por los nuevos Opel Corsa-e, coches eléctricos similares a un Grupo N con los que la marca germana continuará su copa monomarca. Las diferencias entre un tipo de propulsión y otra en rallyes comenzarán a verse cara a cara, no sólo en términos de rendimiento sino en lo que se gasten los equipos a lo largo de una campaña.

Es vital recordar la relación directa entre el motorsport y el mercado de automoción: si bien en los ochenta y en los noventa las carreras guiaban al mercado, hoy día ocurre lo contrario y ya es bien conocida las tendencias actuales que siguen las marcas. Esto se relaciona con sus programas de competición ya que su viabilidad depende de la cúpula de cada una de ellas así como de sus departamentos de marketing. Por tanto, un mercado que se incline y apueste de manera clara por energías eléctricas llevará de manera inexorable a que los coches eléctricos se vuelvan comunes también en el mundo de los rallyes.

Llegará el día, cada vez más cercano, en el que uno se ponga a recordar tiempos pasados y pregunte, “¿Oye, os acordáis de cuando los coches hacían ruido?” e incluso generaciones que no conozcan, salvo en casos aislados, lo que es un motor de gasolina. Y no es motivo de escándalo: tampoco la mayoría de nosotros hemos convivido con máquinas que funcionen con carbón ni continuamos empleando correo tradicional como medio principal de comunicación. Si ya la sociedad globalizada ha cambiado de manera radical sus costumbres en tan solo 20 años, el ver nuevas tecnologías de propulsión en rallyes no parece tan descabellado – claro está, si se da el paso de manera correcta y si la propulsión eléctrica es de verdad el que llevará al verdadero progreso.