La FIA anunció a comienzos de noviembre que los equipos del Campeonato Mundial de Rallycross tendrían algunas limitaciones para contener costes de cara a la temporada 2018. El desarrollo de los coches y el uso de piezas se verá algo más limitado con respecto a los últimos años.
Según se puede leer en la página oficial del campeonato, los primeros cambios consisten en que solo pueden utilizarse dos motores en lugar de tres para toda la temporada (es decir, las 12 carreras del calendario). El uso de turbos también se va a ver reducido, de seis en 2017 a cuatro en 2018 – son unas medidas que recuerdan a las que se han tomado para la Fórmula 1, donde se limita el número de componentes de las unidades de potencia.
En lo que a neumáticos se refiere, es algo curioso: para los dos primeros eventos (es decir, Barcelona y Montalegre), se permitirán un total de doce nuevos neumáticos registrados. No obstante, de la tercera prueba en adelante sólo se podrán utilizar ocho nuevos neumáticos (en ambos casos los ocho pueden ser tanto de seco como de mojado) y cuatro de pruebas anteriores. Sólo se pueden utilizar neumáticos registrados en todo el fin de semana, no como ahora que se podían utilizar ruedas sin registrar en los Warm-Up.
A partir de ahora también habrá una ficha de declaración técnica que se utilizará para ver si hay piezas que superen los costes de desarrollo establecidos. Aquí se verán las especificaciones de la caja de cambios, el uso del diferencial central o una restricción de relaciones del cambio (dos por año). En el caso de los frenos o los alerones traseros sólo se podrá utilizar una versión para toda la temporada – como cita el medio Autosport, esto es para evitar casos como los de EKS RX o Peugeot Team Hansen en 2017, que iban evolucionando sin parar sus paquetes aerodinámicos con todo el coste que ello supone.