El piloto de Torres Vedras venía de una reñida victoria en el Rali Castelo Branco y en la primera aparición fuera de sus fronteras quería, sobre todo, sumar el máximo de puntos posibles para defender el liderato de la igualada monomarca Peugeot Portugal y España.
Pero sin grandes sorpresas y a pesar de ser la primera vez que estaba disputando la prueba sobre asfalto, el piloto asistido en las labores de copilotaje por Paulo Lopes entró con gran fortuna, entrometiéndose en la lucha por la victoria. Sin embargo, un problema en el embrague hizo que el piloto perdiera mucho tiempo en el penúltimo tramo del primer día de prueba, acabando por bajar al tercer puesto.
Con el tiempo perdido, el extenso segundo día de prueba fue encarado esencialmente para asegurar el lugar más bajo del podio, pero una vez más el piloto del Peugeot 208 R2 fue ganando terreno y recuperando mucho del tiempo perdido estando nuevamente muy cerca de llegar al lugar más alto del podio. Sin embargo, y ya con la meta a la vista; el 208 R2 no colaboró, dando así un final inglorio a todo el equipo a causa de una avería, después de una prestación brillante en el estreno en Ferrol.
"Un problema mecánico en nuestro Peugeot hizo que tuviéramos que desistir, de aquel que estaba siendo el rally más difícil que he hecho. Fue un rally totalmente nuevo para mí pero aún así ocupábamos el tercer lugar a 15 segundos del segundo cuando nos vimos obligados a desistir. Hemos quedado muy satisfechos con algunos cronos que conseguimos, a pesar de los problemas de embrague el primer día y de un error en el segundo día que nos hizo perder mucho tiempo respecto a los dos primeros clasificados. Doy gracias a mi equipo por el trabajo efectuado, pues no tuvieron ninguna culpa en la avería de nuestro Peugeot, y también a mi copiloto Paulo Lopes y esencialmente a nuestros patrocinadores", manifestó Antunes.