En su temporada de regreso a los rallyes, Josep Basols ha demostrado que de no ser por unos pequeños detalles hubiera optado al título de la categoría hasta el final de temporada.
El catalán, que regresaba tras una década apartado del mundo de los rallyes, se enfundaba de nuevo el mono para salir a las primeras citas con el Abarth Punto que hace unas temporadas pilotaba el andorrano Albert Llovera. En las dos primeras citas, los resultados no acompañaron, y tras no poder estar presente en Curtis por problemas de trabajo, el regreso en Ponferrada fue por todo lo alto.
Allí, en el Bierzo, Basols estrenaba el nuevo DS3 R5 y lo hacía con su primer pódium en su regreso a los rallyes. Un pódium que no sería el último, ya que desde entonces no se ha bajado del mismo, sumando tres segundas posiciones consecutivas que lo han metido de lleno en la cabeza de la clasificación general.
Por desgracia para él y todo su equipo, las tres primeras citas de la temporada le han lastrado en la pelea por el título, y pese a pelear junto a Villanueva en esta última prueba hasta casi el final de la misma, no podido hacer nada para que el título se vaya hacía Madrid. En Málaga volvió ha dejar una muestra de ello marcando cinco scratch de nueve posibles.
Sin duda, el catalán ha logrado recuperar aquel ritmo que tenía en el certamen de asfalto hace unos años, y se convierte en uno de los favoritos al título de cara al próximo año.