Proracing Competición consigue su primer podio en el CERA de la mano de Bryan Bouffier

La 39ª edición del Rallye Santander – Cantabria ha resultado histórica para ProRacing Competición. Además de completar con éxito su primera experiencia junto a un piloto internacional, la escuadra capitaneada por Isabel Ortiz y Álvaro Velasco ha archivado su mejor resultado hasta ahora en el CERA de la mano de Bryan Bouffier. Un corredor de talla mundialista que ha sacado la quintaesencia al nuevo Ford Fiesta R5 del equipo de Reocín, aupándolo hasta los puestos de honor, como tercer clasificado en el podio santanderino; lo que certifica el impecable trabajo y la proyección exterior de todos los integrantes que conforman la estructura fundada por ProRacing Competición.


La unidad que pilotó Bouffier, incorporada el pasado verano por parte del equipo cántabro, procedente directamente de Inglaterra, causó sensación entre los centenares de espectadores que se dieron cita el pasado fin de semana en los técnicos y resbaladizos tramos de la novena cita del CERA, donde el Ford Fiesta R5 alineado por ProRacing Competición acreditó sobradamente sus prestaciones, rodando en todo momento entre los puestos de referencia de un certamen nacional que está resultando sumamente competido esta temporada.


Bouffier y su navegante, Kathy Derousseaux, se mostraron encantados con la hospitalidad y profesionalidad que les dispensaron los miembros de la escuadra cántabra, solícitos durante todo el fin de semana a las peticiones y demandas de un piloto de contrastada experiencia como el galo, que cumplió sobradamente el objetivo con el que ProRacing Competición orquestó su primera operación internacional: mostrar la mejor cara ante el público español, en manos de un piloto mundialmente conocido, de la flamante montura que ha comenzado a gestionar recientemente la estructura dirigida por Isabel Ortiz y Álvaro Velasco.


Un Ford Fiesta R5 de última generación, capaz de aspirar a la victoria en un amplio abanico de campeonatos, que ha saldado su primera incursión dentro del CERA con un tercer puesto memorable para la formación deportiva de Reocín, pocos meses después de haber iniciado oficialmente sus actividades en competición.