Iago Caamaño ha sido de los pilotos más destacados en el Rali do Cocido, siendo capaz de pelear contra los pesos pesados del Nacional de Asfalto como son Iván Ares y Miguel Fuster, dos campeones nacionales. El coruñés junto a su copiloto José Alberto Rodríguez ha despertado el interés de todos, convirtiéndose en la alternativa que podía desbaratar todas las apuestas.
Caamaño saltó desde el principio a las posiciones de podio, mezclándose con su Ford Fiesta R5 con Ares y Fuster – de hecho llegó a ponerse líder unos instantes, pero su scratch en la primera pasada por O Couto 1 fue resultado de haberse saltado la salida. Más tarde sí que marcaría scratch y llegó a ponerse al frente de este rallye, aunque Ares supo reaccionar y retomar la cabeza, poniendo tierra de por medio para empezar de la mejor manera posible la defensa de su título.
El coruñés parecía que aseguraría el podio, quedando la incógnita de si sería capaz de batir a Fuster en los tramos finales por la noche, donde se sumaba la lluvia y el barro para crear unos tramos muy resbaladizos y delicada. Estas mismas condiciones son las que acabaron con sus opciones, pues un patinazo hizo que chocase con una piedra y dañase el radiador de su Fiesta R5, quedándose fuera de combate.
Salvo este error, lo cierto es que fue capaz de hacer un rallye espectacular, pues pocos son los que pueden medirse ante pilotos de la talla de Ares o Fuster (sobre todo de Ares en una prueba que ya ha ganado en tres ocasiones anteriores). Pese a que no pudo subirse al podio final de la prueba en Lalín, Caamaño ha animado esta prueba que inauguraba el CERA – una pena, por tanto, que no pueda estar en todas las pruebas del calendario, debido en parte a compromisos laborales.