El Rallye de Ferrol se presenta este año como la quinta prueba del calendario del Campeonato de España de Rallyes de Asfalto, marcando el ecuador de la temporada y el final del periplo gallego que comenzó en Ourense el pasado mes de junio. Al igual que Ourense, Ferrol es una prueba con gran tradición dentro del campeonato, habiéndose labrado un hueco firme con el paso de los años.
Los tramos de este rallye se caracterizan por ser zonas de asfalto viejo y roto, similar a los recorridos de rallyes de tiempo atrás – mucho más revirados en comparación con pruebas más modernas. De manera habitual a otros eventos del certamen, el itinerario está compuesto por cuatro tramos que se disputan a doble pasada, celebrándose todos los tramos durante la jornada del sábado ocho de julio.
Tras tres victorias en cuatro pruebas, Cristian García parte como favorito a la victoria una vez más, pero no hay que confiarse: también era favorito en 2016 con Mitsubishi y fue una de las victorias que se le escapó en su primer año triunfal. Iván Ares tiene buenos recuerdos de esta prueba, pues en 2015 logró con su Porsche la victoria, comenzando una lucha por el título contra Miguel Fuster.
Para alegría de muchos aficionados, el pentacampeón nacional también hará acto de presencia, comenzando el nuevo proyecto de Renault Sport con un Clio N5 construido por RMC Motorsport. Fuster mantiene a Nacho Aviñó a su diestra, listo para pelear contra los Suzuki Swift R+ N5 de Gorka Antxustegi y Joan Vinyes.
En un giro inesperado de los acontecimientos, el ganador de la edición de 2016 Víctor Senra también estará presente pero con el Citroën DS3 R5 de los hermanos Vallejo, quienes han decidido no tomar parte en esta prueba para recargar pilas tras un inicio de temporada complicado. El repertorio de vehículos R5 lo completan Surhayén Pernía (con un Hyundai i20 R5 nuevo traído de Alemania hace apenas unos días), Pedro Burgo, Cristóbal García, José Luis Peláez y Francisco López – Alberto Seguí no podrá participar tras un imprevisto de salud a última hora.
Como suele ser habitual, en las copas monomarca (la Copa Suzuki Swift y la Copa Dacia Sandero) habrá también espectáculo, con los pilotos locales teniendo la ventaja del conocimiento del terreno en unos coches donde el piloto marca la diferencia. Diferencias que a menudo son mínimas entre los pilotos y unos segundos significan estar o no en el podio.