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La repercusión es un concepto que lleva años en boca de todos, y es que de ello, depende en mayor medida la llegada o no de grandes apoyos financieros, como por ejemplo las marcas. No es un secreto que la transcendencia que a día de hoy tienen nuestros campeonatos es escasa, o más bien inexsistente. Así pues, estando el futuro de nuestro deporte en juego, este sería una asignatura a mejorar más pronto que tarde.
Para ello, yo creo que se deberían de tocar principalmente tres ámbitos: los medios, internet y las localizaciones o emplazamientos. Estos tres bloques, actualmente se tienen muy en cuenta a la hora de incrementar la repercusión en otros deportes, aunque que a día de hoy, en el mundo de los rallyes en España parecen estar totalmente obsoletos. Es decir, debemos convertir un certamen afincado en los noventa, en algo más moderno.
En gran parte, el eco que tienen que dar nuestros nacionales debe de ser a través de los medios, tanto especializados como los más generalistas. Así pues, para ello, desde la RFEdA se tienen que cuidar y mimar a los medios que ya ocupan sus líneas hablando de rallyes. Facilitarle su trabajo, es algo básico para que no se vayan. Por ello, no es aceptable, que en pleno siglo XXI, haya salas de prensa cuya velocidad del Wi-Fi sea extremadamente lenta.
Por otro lado, para captar a estos medios que todavía no hablan de carreras –o sólo lo hacen cuando lo deportivo pasa a un segundo plano-, como por ejemplo las televisiones, debemos construir y renovar nuestros certámenes. Si conseguimos hacer del CERA y del CERT algo atractivo e interesante, los medios de comunicación más generalistas volverán a interesarse por las carreras.
Las ruedas de prensa, las grandes olvidadas. En todos los deportes, es común ver como las ruedas de prensa captan gran atención por parte de los medios y del público. Después de cada partido de fútbol, baloncesto o cualquier otro deporte de buen nivel, los protagonistas son entrevistados por los periodistas, para poder conocer de primera mano sus impresiones. En el CERA, esto se pasa por alto - en el CERT se ha estado haciendo ya en varias pruebas tanto de este año como en años anteriores.
Un rallye es un evento. Así pues, debemos de fijarnos como se trabaja en la producción de otro tipo de eventos multitudinarios. Sin ir más allá, en los conciertos o las ferias, por ejemplo, a la vez que se buscan localizaciones que cumplan las necesidades logísticas, estas son siempre lo más atractivas posibles. En los rallyes de nuestro país, debemos de trabajar en una dirección más o menos similar.
No es aceptable que, por ejemplo, en la cincuenta edición del Rallye de Ourense, uno de los más míticos de nuestro país, la zona de asistencias –el epicentro operacional de la prueba- se ubique en un polígono industrial austero y a las afueras de la ciudad. Así nunca conseguiremos que el público no aficionado se acerque a interesarse por nuestro deporte.
Debemos acercar los rallyes a la gente, llevando sus ubicaciones principales a lugares atractivos, en los que los sponsor puedan lucir sus mejores galas. Además, a lo largo del fin de semana, se podrían llevar a cabo múltiples actividades –obviamente relacionadas con el deporte y los inversores- que atraigan a la gente hasta los epicentros de los distintos rallyes.
Sin ir más allá, tenemos que implantar en nuestro nacional las entrevistas que son realizadas en las asistencias del mundial por la periodista Becs Williams. Allí, y dentro de la estructura de la marca de neumáticos Michelín, los aficionados pueden conocer de primera mano las impresiones de los protagonistas al término de cada jornada. Esto, acerca a los pilotos y equipos a la gente.
Las firmas de autógrafos podrían también captar gran interés. Este tipo de actividades relacionadas con la competición se llevan a cabo en otros campeonatos, como el WRC, ERC o TER, y sirven para dar una imagen interesante a un deporte francamente atractivo. En los tramos, dónde realmente se juegan las cosas importantes, también se deberían ubicar zonas de espectáculo con gradas y distintos paneles publicitarios.
No debemos olvidarnos que los rallyes son un deporte puramente dependiente del dinero, y es por ello por lo que debemos cuidar, en la medida de lo posible, a todos esos inversores que quieran traer su dinero. Desde la Federación y las organizaciones, tienen que ponerse de acuerdo para remar todos en la misma dirección y conseguir materializar un lavado de cara vital para los nacionales.