De las lágrimas de Oviedo, a la fiesta en la capital; tres victorias y otro título

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La temporada 2018 en el nacional de asfalto ha llegado a su fin. Después de once carreras, comprendidas entre el invierno gallego y el otoño madrileño, Miguel Fuster necesita ahora los dedos de las dos manos para contabilizar sus títulos en el nacional. El año comenzaba de la mejor de las maneras para Iván Ares, siendo dueño y señor en su tierra, venciendo en el estreno del Cocido en el calendario nacional. 

El gallego golpeó primero, reafirmando su clara intención de pelear por revalidar el título alcanzado en 2017. En Córdoba, Miguel Fuster devolvía la jugada y presentaba su candidatura al título. Tras el paso por el periplo insular y la segunda victoria de Fuster -su séptimo laurel en Ourense-, las cosas empezaron a torcerse para el equipo del alicantino. Dos abandonos consecutivos, destacaban a Ares en la contienda. 

Respetando el protagonismo de otros equipos con apariciones más esporádicas, Fuster veía como en Oviedo, cedía parte de sus aspiraciones a lograr la corona en su primer año de matrimonio con el equipo Llanes Motorsport. Por aquel entonces, tocaba resetear y atacar al máximo en las siguientes carreras. Jugársela al todo por el todo. Y así fue, tres triunfos sin descanso que dejaban al alicantino muy bien posicionado antes de la gran final. 

Aunque lo intentó, el gallego no pudo frenar la racha de un Fuster encaminado a conseguir su sexta corona. En Madrid, las cuentas eran muy favorables al alicantino, necesitando Ares de casi un milagro para poner en jaque a Fuster. Así fue, una vez más, Miguel subía a lo más alto, reivindicando su dominio en el asfalto nacional, cerrando el ejercicio con cinco victorias y ocho podios. 

Unas cifras brillantes que le han permitido superar las adversidades sufridas en Ferrol y Oviedo, encauzando una espectacular racha decisiva a la hora de decantar el título final. Lo que en Oviedo parecía casi imposible, llegó a Madrid muy de cara. Como se suele decir dentro de la especialidad, hasta el rabo todo es toro, y es que en esta ocasión no ha sido para menos.

En 2019 más y mejor.