Si hacemos un pequeño ejercicio repasando los vehículos de los diez mejores clasificados en pruebas del CERA de esta temporada, encontramos varias marcas representadas, Hyundai, Ford, Skoda, Citroën, Suzuki, Renault, Peugeot, Porsche y alguna más. Si miramos la clasificación que distingue a los mejores fabricantes del Campeonato, encontramos una clasificación a tres bandas, Suzuki, Renault y SEAT, de las cuales hay una con ningún tipo de implicación ni casi representación. ¿Es la misma realidad la que hay en los tramos que la que refleja la clasificación? Es bastante diferente, tanto que el ganador del Campeonato de Marcas podrá presumir de un entorchado ganado justamente, pero por el que no ha habido una competencia más allá que la de un duelo directo.Entiendo que sólo están representadas las marcas que quieren estarlo, o por lo menos que pagan su correspondiente licencia, pero igualmente entiendo que sería mejor para todas si hubiese más competitividad y así el título tuviese más repercusión.
Se ha llegado a dar el caso de que fabricantes, teniendo un equipo oficial compitiendo, con toda la inversión directa en el CERA que eso supone, no aparecían en la clasificación de Marcas, tuviesen oportunidades reales o no de conseguir la victoria a final de temporada. Estas paradojas deben de hacer reflexionar a aquellos que dirigen el deporte. Si se restringe únicamente a aquellos que pagan, un dinero que en teoría debería ir a mejorar el certamen, ¿qué hacemos con aquellos fabricantes que invierten mucho más del montante de la licencia, y que lo hacen DIRECTAMENTE en la competición, en lo más importante del CERA? Si un fabricante monta un equipo oficial, que defiende su nombre en los tramos, que ayuda a pilotos a progresar deportiva y económicamente y que ayuda a la promoción del mismo en todos sus puestos comerciales, o un fabricante decide crear una copa con sus vehículos, cuyos premios en metálico multiplican la cantidad que le hubiera costado una licencia de concursante para el CERA, ¿Es justo que ejemplos así queden fuera del Campeonato de Marcas, cuando su apuesta, no sólo de imagen, sino económica, es beneficiosa para todos? Pues no creo que sea justo, pero lo peor es que se da año tras año.
Hay que renovar el Campeonato de Marcas del CERA o terminará siendo totalmente residual, sin valor alguno y, lo que es peor, un lastre para que las marcas se interesen por el. No solo hay que renovarlo en el sistema de inscritos, sino darle competitividad en el sistema de puntuación, para que cualquier fabricante con una implicación normal pueda triunfar a final de temporada. Esa renovación debe pasar por unas pequeñas concesiones del organizador, la RFEdA, y unas modificaciones en los reglamentos.
Para mejorar ambos aspectos, el de inscritos y el de competición, estas son algunas de las propuestas que lanzo.
MÁS MARCAS IMPLICADAS, MÁS ESPECTÁCULO Y MÁS PROMOCIÓN.
Hay que buscar la posibilidad de que cada vez a más marcas les compense/apetezca luchar por este entorchado. Lo ideal es abrir el sistema de inscripción de marcas al mismo. Estos criterios podrían ser los siguientes:
SISTEMA DE PUNTUACIÓN, CLAVE PARA EL ÉXITO
Es importante que entre las mismas marcas se interiorice la dificultad para ganar el Campeonato de Marcas y que por eso sea codiciado…y envidiado, reconociendo el mérito del ganador a final de temporada. Es fundamental también que toda marca, independientemente de los modelos que pueda tener homologados, pueda aspirar a, con esfuerzo, lograr el Campeonato. Si sólo los fabricantes con vehículos de máximo nivel tienen opción de ganar, los fabricantes con productos valiosos para la cantera y los privados o amateur no decidirán implicarse nunca. De esa manera hay que buscar un sistema de puntuación que iguale las cosas y pondere el esfuerzo de cada una. Es fundamental diferenciar las clases o grupos de puntuación para buscar la máxima competitividad. Así habría 3 grupos claramente diferenciados:
1) Grupo 1, compuesto por los vehículos R5 , clase RC2. Son la cúspide de la pirámide, son los que atraen muchas miradas y es importante implicar a los fabricantes que tienen producto en esta categoría. Marcas con representación actual en este grupo en el CERA: Hyundai, Ford, Citroën, Peugeot y Skoda (Incluso Mitsubishi tiene un producto no homologado pero si asimilable si así lo deseasen)
2) Grupo 2, compuesto por una gran variedad de vehículos, encabezados por los N5 pero que incluye también RGT, GTR, N+ y S1600. Mezcla de equipos privados y oficiales. Los fabricantes más implicados en el CERA, con equipos oficiales actualmente (Suzuki y Renault), son y deben seguir siendo parte fundamental del Campeonato. Grupo valido tanto para equipos oficiales como para privados con apoyo de marca o con proyecto propio. Marcas con representación actual en el CERA en este grupo: Suzuki, Renault, Abarth, Porsche, Mitsubishi, Subaru, Peugeot, Ford.
3) Grupo 3, compuesto por clases de vehículos de formación, R3, R2, R1 y N3. Los coches escuela por definición. Apostar por este tipo de coches, y por los deportistas que los llevan, muchos de ellos en periodo de formación, debe de tener una “recompensa” para las marcas que los tienen. Además es la categoría en la que mayoritariamente encuentran refugio las copas monomarca, por lo que deben de tener su recompensa en materia de puntuación. Marcas con representación actual en el CERA en este grupo: Renault, Suzuki, Peugeot, Ford, Skoda, Dacia, Abarth, Opel.
Una vez establecidos los diferentes grupos hay que dotarles de puntuación, número de clasificados y restricciones. . No podrá haber más de dos coches por marca y grupo puntuando, los que no puntúan no bloquean. Una marca sólo podrá puntuar en dos grupos por cada cita, pero en el que tenga menor puntuación, si es que puntúa en los tres, no la sumará pero sí que bloqueará puntos para sus rivales.
Se pueden hacer muchos más esfuerzos de los que se están haciendo ahora mismo para involucrar a más marcas y con mejores condiciones, pero cualquier esfuerzo será en vano si no se acomete con la seriedad y prontitud que la situación del CERA requiere. En cualquier caso, todos los esfuerzos en cuanto a contención de costes, ayudas a los fabricantes y fórmulas para que todas las necesidades encajen en el Campeonato servirán de muy poco si no hay medidas de acompañamiento que, primero, mediante la promoción hagan del CERA un producto apetecible en si, y, segundo, con una contención económica que de entrada ayude a todos los implicados a crecer al mismo ritmo de un nuevo CERA.
Este es un segundo informe sobre las medidas que desde mi punto de vista son necesarias para que el CERA avance hacia una nueva época, más profesionalizada y de mayor repercusión, pero son eso, por ahora solo ideas abiertas siempre al debate sano y su desarrollo. Espero que, por lo menos, sirva para remover ideas entre los implicados, aficionados incluidos.