La federación británica de rallyes (MSA) ha castigado de manera ejemplar al piloto escocés Quintin Milne después de que este fuera visto con su moto en uno de los tramos que iban a formar parte del Grampian Forest Rallye de 2017. El castigo ha sido contundente: 10 años sin licencia, lo cual le impide correr tanto en pruebas de nivel nacional como también fuera del Reino Unido – Milne tenía intención de correr en otros países, incluyendo España.
Milne, quien ha estado compitiendo en Escocia desde el año 2000 con diferentes tipos de montura, fue excluido del Grampian Forest Rallye de 2017 cuando fue descubierto en su moto, si bien pudo competir en varias pruebas más (tanto a finales de 2017 como a principios de este 2018) antes de que la federación anunciara su decisión de suspender su licencia. Su última victoria a nivel nacional fue el Border Counties Rally de 2013, en el que venció con su Mitsubishi Lancer Evolution IX.
“¿Que si esperaba un castigo o una suspensión? Sí, claro que sí. Que sea de 10 años, en mi opinión y en la de muchos otros a juzgar por las redes sociales, es pasarse de la raya. A algunos se les ha suspendido un año o dos por hacer cosas que ponían en riesgo la vida de otras personas. Me dijeron que conmigo iban a dar un ejemplo. Salvo que la policía me diga lo contrario, yo voy a ir con mi moto por el bosque. Se permite circular en Escocia aunque a la comisión forestal no le guste”, aseguró Milne según recoge el medio Motorsport News.
Además de estos 10 años sin poder competir, Milne ha tenido que pagar una multa de 5.000 libras (unos 5.713 euros según el cambio a 23 de marzo). La federación británica pone de manifiesto de esta manera la necesidad de castigar y apartar de la competición a aquellos que realicen reconocimientos ilegales, un tema que durante muchos años ha estado también muy presente en nuestro país.