Mikko Hirvonen estuvo presente en el West Cork Rally los pasados días 16 y 17 de marzo, corriendo en la prueba de asfalto irlandés a los mandos de su Ford Escort MKII. Hirvonen, que logró imponerse en el apartado nacional (para coches sin homologación vigente), asegura que se divirtió como nunca lo había hecho en su dilatada trayectoria deportiva en los rallyes.
Hirvonen, que se retiró del mundial de rallyes a finales de 2014 tras haber estado desde 2003 compitiendo a tiempo completo, ha participado en varios rallyes a los mandos del Escort MKII, uno de los coches más populares en Gran Bretaña y a nivel global que resiste como ninguno al paso de los años. En esta ocasión competía con un Escort modificado con un motor 2.5 Millington y caja de cambios secuencial según se asegura en el medio Autosport.
“Ha sido un fin de semana fantástico, sin que importe el resultado. Quiero darle las gracias a todo el mundo por hacerlo posible, nunca antes me lo había pasado tan bien en un coche de rallyes”, declaró Hirvonen. Cabe la posibilidad de que regrese para la edición de 2020 ya que con su triunfo tiene derecho a una inscripción gratuita para el año que viene.
La victoria absoluta en el West Cork Rally recayó sobre otra figura conocida en el mundial de rallyes, el ex piloto de Citroën Craig Breen, que pilotaba en esta ocasión un Ford Fiesta R5. Este evento era también parte del Campeonato Británico de Rallyes, con Tom Cave llevándose el triunfo con Hyundai por delante del líder del certamen y vigente campeón Matt Edwards y Josh Moffett.