Para los amantes de la carrera más dura del mundo el nombre de Adrien Van Beveren les resultará más que conocido. El piloto galo de 28 años debutó en el Dakar en 2016 consiguiendo una espectacular 6ª plaza. Ya en 2017 con más experiencia se quedó a las puertas del pódium. Su gran momento llegó en 2018 cuando lideró la carrera, hasta que en la décima etapa sufría una aparatosa caída cuando tenía una gran ventaja sobre el segundo clasificado. Así perdía la oportunidad de vencer para Yamaha a falta de solo cuatro etapas para el final.
Este año se mantuvo durante toda la prueba en la pelea, llegando a la novena etapa 4º de la general a menos de diez minutos del líder y con todas las opciones. Pero otra vez cerca del final la mala fortuna apareció en su camino, esta vez en forma de rotura de motor. Duras imágenes las que nos dejaba el francés en medio de las dunas llorando desconsoladamente.
Ahora con ocasión de la primera prueba del campeonato francés de rallyes va a debutar en la especialidad, nada más y nada menos que a bordo de un Citroën C3 R5. Además contará con el respaldo de una estructura como PH Sport. En su primera toma de contacto con el coche contó con los consejos del ex-piloto de Citroën en el campeonato del mundo Stephane Lefebvre.