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Pese a que la Qualyfing Stage del SATA Rallye Açores apenas contaba con 3.22 kilómetros, hubo pilotos que sufrieron percances de diversa consideración. El más relevante de todos ellos era Bernardo Sousa. El piloto local, uno de los ídolos y favoritos a dar la campanada en casa con su Ford Fiesta RRC, sufría un problema eléctrico por el que su vehículo se paraba.
Sousa, que tuvo que entrar en el parque cerrado empujando el coche, comentaba tras entrar el mismo que \"es bueno estar de vuelta. Tuvimos un problema con el coche y llegamos a la salida de la especial en el tiempo límite. No se cual fue el problema, cambiamos las bujías y reconectamos todo. Tenemos un largo rallye por delante y no tenía sentido apretar igual la sesión de clasificación no es como el resto de la prueba\".
Otros pilotos con problemas fueron Stéphane Lefebvre, que tenía un toque en el Shakedown (realizado sobre el mismo tramo que la \"Qualy\") con su 208 R2 de la escuadra Peugeot Rallye Academy y Jaroslav Orsak, sin defensa tras la especial clasificatoria.