Problemas de radiador arruinaron la etapa de Xevi Pons

En solo una semana, Xevi Pons ya ha experimentado todas las sensaciones posibles en un Dakar, obviando la de la sensación de la retirada. Ha sabido lo que es estar en las primeras posiciones, la decepción, la frustración y la impotencia de quedar atrapado en una trampa merced de la ayuda desinteresada que te pueda prestar otro vehículo.  Ha realizado etapas normales, sin contratiempos en las que resulta imposible seguir el ritmo de los vehículos de fábrica y por último, ha realizado etapas con un coche repleto de problemas, sin poder apretar el acelerador y con el único objetivo de poder llegar al campamento.

La etapa comenzó sin contratiempos. Con el objetivo de cuidar la mecánica tras una difícil etapa 6, Pons se dejaba 10 minutos en el primer WP respecto a las bestias de Peugeot. Un tiempo que le permitía viajar cómodamente en el grupo medio del Dakar. Sin embargo, lo peor estaba por llegar. Ford reportó problemas con el radiador y sus respectivos problemas de calentamiento. No había más remedio que levantar el pie y rodar a paso de bebé, parando continuamente para conservar la mecánica.

Esto le hizo finalizar la primera parte de la especial con dos horas de retraso. Una luz de esperanza se abría para Pons cuando la organización comunicó que la crecida de un río podría provocar la suspensión del segundo tramo, una vez cruzada la frontera hacia Argentina. Sin embargo, todo se saldó con un retraso. Pons debía completar el enlace neutralizado a un ritmo constante (impuesto por la organización) así como los algo más de 100 kilómetros de especial cronometrada en suelo argentino.

Lluvia, nieve y más tarde oscuridad. Los motivos para ir más despacio se fueron acumulando aunque finalmente Xevi Pons consiguió llevar la Ford Ranger de South Racing hasta meta, a las 22:02 hora local, con 5:50:31 de retraso sobre Loeb. Al menos, Xevi se ha ganado una merecida jornada de descanso que será idónea para que el equipo pueda rehacer el coche y afrontar con garantías la segunda semana del Dakar en la que todos inciden que será la más dura.