Great Wall Motors, el fabricante chino de la camioneta Haval, que cumple su sexta edición en el Dakar, ha sido el vencedor en la primera etapa de la presente edición de la mano de Carlos Sousa y Miguel Ramalho.
La pareja portuguesa completó los 180 kilómetros de la especial de hoy (domingo) en 2:20:36, aventajando por 11\" al argentino Orlando Terranova, primer piloto de X-Raid.
La cronometrada, trazada en terreno argentino, que ha dado inicio al Dakar 2014, se ha celebrado por rápidas pistas, similares a las que se recorren en el Rallye de Argentina del Mundial. Este hecho ha propiciado que la pista se fuese limpiando a medida que iban pasando los primeros vehículos, lo cual ha ido en perjuicio de los máximos favoritos, que partían en las primeras posiciones.
El primer clasificado del elenco de pilotos que están llamados a llevarse el gato al agua en este Dakar (respetando la incógnita de Terranova) ha sido Nasser Al-Attiyah. El catarí se ha acomodado rápidamente a su nuevo MINI de X-Raid, y ha marcado un crono en meta de 2:21:23, a tan solo 47\" de Sousa.
El príncipe de Qatar ha superado en la pista al príncipe del Dakar, su compañero Stéphane Peterhansel, protagonista de un trompo en la parte final de la especial, en el que desllantó, además, un neumático, lo que le ha obligado a una rápida reparación que le ha provocado una pérdida inicial de 4´21\" respecto al ganador de la primera etapa del rallye.
La cuarta posición del día ha sido para Nani Roma, que se sitúa desde el inicio como mejor español en la tabla. Y con él, precisamente, ha llegado la polémica de la jornada...
Carlos Sainz ha arribado a meta apenas unos metros por delante de Nani, y éste se ha quejado en seguida al piloto madrileño de haberle taponado durante gran parte de la especial, ignorando las señales emitidas por el Sentinel y haciéndole perder buena parte de sus opciones a la victoria de etapa. La acalorada discusión que han mantenido los dos pilotos españoles en la línea de meta ha sido, sin duda, una de las imágenes de la jornada.
Roma se ha dejado finalmente 1´15\" respecto al ganador, mientras que Sainz, quinto, ha perdido 4´03\", una desventaja inicial previsible teniendo en cuenta las características del recorrido previsto para hoy, debido a la desventaja de su buggy de SMG (dos ruedas motrices) respecto a los 4x4 de la mayoría de sus rivales. Aun así, Sainz ha logrado aventajar en 18\" a Peterhansel, que, como ya hemos visto, no ha comenzado este Dakar con muy bien pie que digamos...
En el primer check point, único parcial registrado por la organización, saltó la sorpresa: el sudafricano Leeroy Poulter y el argentino Federico Villagra marcaban en esos momentos mejores tiempos que los favoritos. Sin embargo no pudieron mantener el mismo ritmo hasta el final de la etapa, aunque sí lograron un meritorio registro en meta, perdiendo Poulter (noveno) 5´57\" y Villagra (undécimo) 6´09\".
Al igual que Peterhansel, el primer día de carrera tampoco ha resultado positivo para Giniel de Villiers. El sudafricano ha sufrido problemas durante la etapa que le han obligado a detenerse para realizar una reparación urgente en su Toyota. El ex piloto de Volkswagen (ganador del Dakar con la marca alemana en 2009) ha llegado a meta sin capó, con el motor al descubierto, perdiendo 15´57\" respecto al ganador, una suma considerable nada más empezar.
Pero si el día fue malo para De Villiers, lo de Robby Gordon ha sido ya una pesadilla después de Navidad... De entrada, presuntos problemas con el iritrack retrasaron la salida del californiano, que tuvo que partir en decimoséptimo lugar del pelotón y no quinto, como estaba previsto. Encendido por ese imprevisto, Gordon ha impuesto desde los primeros kilómetros un ritmo extremadamente fuerte; sin embargo, tras el primer paso intermedio ya perdía cuatro minutos respecto a los favoritos. Más tarde, los contratiempos han vuelto a surgir, esta vez, con especial virulencia, en el reloj de la temperatura... Un sobrecalentamiento en su nueva camioneta ha dejado a Gordon detenido en mitad de la etapa -de hecho, aún no ha llegado a meta-, obligándole a renunciar amargamente, desde el primer día, a las opciones de victoria que pudieran estar rondándole la imaginación...