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Carlos Sainz ha puesto en cuestión el equilibrio que se ha tratado de realizar entre los Peugeot 3008DKR (catalogado como buggy) y los todoterreno Toyota Hilux V8 y Mini John Cooper Works Rally. El madrileño cree que la diferencia de potencia se ha vuelto demasiado grande, como manifestó al final del pasado lunes dos de enero cuando terminó la etapa prólogo del Dakar.
Nasser Al-Attiyah, a los mandos de la Hilux V8 gestionada por Toyota Gazoo Racing, fue el claro dominador de la primera jornada, teniendo también buenos resultados Nani Roma y Giniel de Villiers. Sainz fue cuarto tras Al-Attiyah, Roma y Xevi Pons, superando así a sus compañeros de equipo Stéphane Peterhansel, Sébastien Loeb y Cyril Despres.
“Tenemos menos potencia que el año pasado, evidentemente debido a la brida de admisión. Ahora los Toyota nos sacan entre cuarenta y cincuenta caballos. Ya el año pasado el Toyota era muy competitivo. Piloté contra Nasser en la Baja Aragón y en Marruecos con la brida del año pasado y me ganó en las dos carreras. Ahora tienen dos milímetros más y nosotros uno menos”, declaró Sainz según recoge el medio británico Autosport.
“Cuando vinimos aquí hace dos años estábamos perdiendo dos segundos por kilómetro y nadie se indignó, ni siquiera en Peugeot. Nadie pidió un cambio de normativa o dijo que era imposible ganar con un tracción a las dos ruedas. Hicimos un coche nuevo, ganamos y de repente cambian la normativa”, continuó ‘Matador’.
“Hemos tenido coches de tracción a las cuatro ruedas ganando durante diez, doce y catorce años sin que hayan hecho cambios en la reglamentación. Es complicado entender por qué las han cambiado”, concluyó Sainz. Por su parte, el equipo Overdrive Racing ha negado que la ventaja en la brida de admisión sea injusta.
Pese a las diferencias en los motores, los Peugeot pueden defenderse en las zonas de rectas gracias a su paquete aerodinámico, haciéndolos los más rápidos en velocidad punta (los Mini, en comparación, pierden quince kilómetros por hora) y llevando a que Loeb se llevase la victoria en la segunda etapa. Los 3008 DKR cuentan además con la ventaja de ser cuatrocientos kilogramos más ligeros.