Fernando Alonso ha completado un total de dos jornadas de pruebas con Toyota Gazoo Racing, dejando por unos días de lado los circuitos para afrontar las dunas con el Toyota Hilux V8 ganador del Dakar 2019. El bicampeón mundial de Fórmula 1 ha completado un total de 400 kilómetros de pruebas, repartidos en 7 horas al volante de la bestia con la que Nasser Al-Attiyah venció en la prueba sudamericana.
Alonso forma parte del escuadrón de Toyota en el Campeonato Mundial de Resistencia, liderando el campeonato junto a sus compañeros de equipo Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima. El piloto español, junto a sus compañeros, le dio a la marca también la victoria en las 24 Horas de Le Mans en 2018, la primera victoria de la firma nipona después de intentarlo en numerosas ocasiones desde la década de los noventa pues ya estaban presentes en la era de los Grupo C.
Para tutelar al ovetense ha acudido otro ganador del Dakar, el de la edición de 2009 Giniel de Villiers. El test ha tenido lugar en el desierto de Kalahari en Sudáfrica, tierra natal del propio de Villiers – dentro del desierto rodaba en dos trazados, uno de 8 kilómetros y otro de 17 kilómetros. Este Hilux V8 5.0 cuenta con una potencia de 385 caballos y 620 Nm de par motor.
“Seguí el Dakar y gracias a Toyota Gazoo Racing tuve la oportunidad de venir a Sudáfrica para probar el Hilux ganador del Dakar. He probado diferentes series y diferentes coches en los últimos años y esta ha sido una gran oportunidad. Ha sido divertido: muy diferente a lo que estoy acostumbrado a conducir, pero muy interesante. Hemos ido cada vez más rápido, aprendiendo pasada a pasada”, declaró Alonso.
No es fácil leer los baches y saber qué velocidad tienes que llevar pero iba cogiendo cada vez más confianza con el tiemplo. El Hilux tiene unas sensaciones geniales; tiene un buen agarre y equilibrio, mucha potencia y una frenada impresionante. Ha sido increíble conducir este coche”, añadió.