Antes del restyling del Scirocco, Volkswagen lanzó una serie especial llamada GTS homenajeando a una versión con igual nombre de los años 80, y tras poner al día su compacto deportivo, repiten. El Scirocco GTS vuelve con motivo del Salón de Shanghái.
Sin un Scirocco GTI, el GTS es el equivalente más cercano al famoso Golf GTI. Con él comparte el motor 2.0 TSI de 220 CV, que aunque ya está disponible en la gama, con este acabado deportivo hace todavía mejor pareja de baile.
En función del cambio de marchas elegido, el Scirocco GTS podrá acelerar de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y alcanzar los 246 km/h de velocidad máxima, gastando una media de 6,1 l/100 km con la caja manual y de 6,4 l/100 km con la DSG.
Sin cambios a nivel de bastidor, el mayor atractivo del GTS es visual. Exteriormente equipa el paquete R-Line con cambios en faldones, taloneras y alerón, que se combina con las llantas Norwich de 18 pulgadas u opcionalmente, las Lugano de 19 pulgadas.
Pinzas de freno en rojo, carcasas de retrovisores en negro y la seña más importante, las dos franjas (opcionales) que lo recorren de principio a fin, lo distinguen. Los seis colores disponibles para la carrocería son Deep Black, Indium Grey, Urano Grey, Pure White, Oryx White y Flash Red.
Las franjas vuelen a aparecer sobre sus asientos, dando personalidad a un interior con costuras de color rojo, molduras en negro brillante, pedales de aluminio y pomo de la palanca de cambios tipo bola de golf. Además incluye la segunda generación del sistema multimedia MIB, que se estrena así en el Scirocco.