El downsizing ha sido la panacea para reducir consumos sin perder prestaciones y ha llegado a prácticamente todos los sectores. Por eso observar ahora una maniobra a la inversa como la ejecutada por Volkswagen en la renovación del Polo GTI, resulta extraña, pero tiene su razón de ser.
El nuevo Polo GTI ha cambiado poco pero incorpora un par de novedades importantes. Una es la sustitución del motor 1.4 TSI de 180 CV por un 1.8 TSI de 192 CV. A pesar del aumento de potencia, es un cambio que parece ir contra natura, pero obedece a una razón de peso. El 1.4 es un motor que no cumple la norma Euro6, y el 1.8 sí.
El otro gran cambio, o más bien incorporación, es que ahora existe la posibilidad de montar una caja de cambios manual de 6 velocidades. La automática DSG de 7 velocidades sigue estando disponible, pero ya no es la única opción.
Con el nuevo motor no solo ha ganado potencia (+12 CV) y par (+70 Nm hasta los 320 Nm), también ha reducido su consumo y ha mejorado las prestaciones. El pequeño GTI alcanza ahora una velocidad máxima de 236 km/h (+7 km/h) y acelera de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos (-0,2 s).
Visualmente los cambios son pocos, pero se aprecian en lugares como los paragolpes, las llantas y la parrilla. Esta ya no tiene línea roja arriba y abajo, se queda solo con la de abajo y la prolonga hasta el interior de los faros, que ahora pueden ser full LED. Los anagramas de las aletas delanteras con la palabra GTI, también son nuevos.
En el interior los cambios tampoco es que salten a la vista, pero se reflejan en el volante y el cuadro renovados, y en la pantalla táctil que ahora es más grande y mejora sus funciones.
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