Cuando John Hennessey se dispuso a preparar a fondo el Lotus Exige, era difícil pensar que pudiese conseguir su objetivo de batir al todopoderoso Bugatti Veyron, pero por fin parece haberlo logrado, al menos en lo que a velocidad punta se refiere.
Con su motor V8 de 7.0 litros y 1.244 CV, el Venom GT acaba de lograr alcanzar en una pista de aterrizaje en California unos escalofriantes 426,7 km/h de velocidad máxima. Un logro que lo coloca directamente como el coche de producción más rápido del planeta.
Para contarlo todo, habría que matizar dos datos. Uno es que el Veyron Super Sport está limitado electrónicamente a 415 km/h, pero en realidad es capaz de alcanzar los 431 km/h, por lo que sin la limitación sería todavía más rápido que el Venom.
Por otro lado, la pista en la que se ha realizado la prueba apenas tenía una longitud de 2 millas. Con más espacio el Venom podría alcanzar una punta aún mayor, que desde Hennessey afirman que se situaría muy próxima a los 450 km/h.
Seguro que este no es el último episodio de esta historia.