Toyota Yaris Hybrid-R Concept, con 420 CV

El concepto que tenemos de los híbridos es el de coches por lo general sosos, con cajas de cambio que es como si no existieran aunque eso sí, que nos pueden ayudar a ahorrar en ciudad. Toyota ha sido en gran parte responsable de esto por su impulso a estos coches, pero con el Yaris Hybrid-R Concept van a cambiar esa idea.

Ya conocemos lo que esconde este coche que veremos en Frankfurt, y es nada menos que un motor de combustión de competición y tres eléctricos con 420 CV en total. Bajo el capó delantero y moviendo las ruedas de ese eje se esconde un bloque de 1.6 litros con 4 cilindros desarrollado por Toyota Motorsport bajo especificaciones FIA con 300 CV de potencia.

En el eje trasero hay dos motores eléctricos de 60 CV cada uno, iguales a los que usa el Yaris híbrido convencional. Cada uno mueve una rueda apoyando al de gasolina en fases de aceleración y generando energía que se almacena en un supercondensador en las de retención.

Este tercer elemento deriva del empleado en el Toyota TS030 que corrió en LeMans y gracias a la mayor velocidad de carga y descarga que posee frente a las baterías convencionales, se adapta perfectamente a su uso en una conducción deportiva.

Dependiendo de si se conduce de forma convencional por una carretera o se exige todo el potencial del coche, como puede ser en un circuito, el funcionamiento del supercondensador y de los motores eléctricos cambia. En carretera cada motor alcanza un máximo de 40 CV durante 10 segundos por carga, mientras que en circuito llega a 60 CV pero solo durante 5 segundos.

Para no desperdiciar el par sobrante que pueda salir del motor de combustión, se ha colocado un tercer motor eléctrico de 60 CV entre este y la transmisión secuencial de 6 velocidades. En las deceleraciones alimenta al supercondensador, mientras que cuando las ruedas delanteras pierden agarre, actúa como un control de tracción y envía la energía sobrante a los motores traseros.

El situar un motor eléctrico en cada una de las ruedas traseras da al coche un sistema de tracción total, y también permite crear un sistema que actúa como un diferencial autoblocante inteligente de vectorización del par. En las curvas cada rueda puede acelerar o incluso frenar para facilitar la entrada del coche.

Desde luego esto es más que un simple híbrido con mucha potencia.