El actual CEO de Seat, James Muir, ha hablado sobre el futuro de la marca y ha sido rotundo: Seat debe duplicar sus ventas actuales si quiere sobrevivir. Esa es la única forma de rentabilizar las inversiones y hacer la empresa viable.
El pasado año la española colocó en el mercado 320.000 unidades, aproximadamente la mitad de las que Muir considera necesarias para sobrevivir. Un mínimo de unas 600.000 unidades, que de todas formas seguiría quedando lejos de las cerca de 1 millón que el jefe de Seat cree que serán necesarias para mantener cualquier marca en un futuro no muy lejano.
Las razones son claras. Cada euro invertido por el Grupo VW debe ser rentabilizado para no ver en peligro su viabilidad. De lo contrario la marca podría desaparecer, reubicarse en el Grupo como posible low cost o incluso ser absorbidas sus factorías por otra de las marcas.
El nuevo León será la prueba de fuego para demostrar que merece la pena invertir en Seat. El coche cuenta con la última tecnología y usa la misma plataforma MQB que sus primos A3 y Golf. Carrocerías de 5 puertas, 3 puertas y familiar deberán conseguir ventas para amortizar la inversión.
Para no solo amortizar, sino además conseguir beneficios y poder pedir más a los jefes alemanes, Seat está planeando lanzar también un SUV medio basado en la misma plataforma del León. Una posible tabla de salvación.
La situación está clara, ahora solo falta por ver si los movimientos que se realicen en el futuro, tanto desde la propia Seat como desde la cabeza del Grupo, se encaminan a encauzarla.
[Fuente: Autocar]