Tras desaparecer en la segunda generación, la tracción total vuelve a la gama del SEAT León. El compacto ya tuvo versiones denominadas “4” en su primera generación con este sistema de propulsión, que se asociaba a las versiones más prestacionales como los Cupra y los 1.8 20VT. Ahora la filosofía es distinta.
Las nuevas versiones de tracción total de SEAT se van a llamar 4Drive, y su cometido ya no será proporcionar una mejor tracción a los modelos más potentes, sino hacerlos más versátiles y seguros. En el nuevo León las primeras versiones 4Drive estarán disponibles únicamente con la carrocería de corte familiar ST, y con los motores diesel 1.6 TDI de 105 CV y 2.0 TDI de 150 CV.
Como en todos los modelos del Grupo VW de motor delantero transversal, el sistema de tracción total que se monta está gobernado por un embrague central multidisco de tipo Haldex. La gran ventaja de este diferencial es que los consumos no se disparan ya que en condiciones normales envía la práctica totalidad del par al eje delantero. Solo cuando este pierde adherencia se envía fuerza al eje trasero.
Prueba de esa eficiencia son los consumos oficiales, con medias de 4,5 y 4,8 l/100 km para el 1.6 y el 2.0 TDI respectivamente. Las prestaciones con el motor de 105 CV son algo justas, con un 0 a 100 km/h en 12 segundos y 187 km/h de velocidad máxima. Nada que ver con los 8,7 segundos y 211 km/h que se logran ya con el TDI de 150 CV.
De momento esas son las únicas opciones para hacerse con un León 4Drive, pero confiamos en que se vayan ampliando.