SEAT no podía haber escogido un lugar mejor para mostrar el facelift al que acaban de someter al exitoso Ibiza, que el Salón de Barcelona. Con esta son dos ya las actualizaciones a las que se somete a la presente generación del urbano, que quiere mantenerse vigente hasta el final de su vida comercial.
No te molestes en escudriñarlo por fuera, pues los cambios se limitan a los juegos de llantas de 16 y 17 pulgadas y los dos nuevos colores de carrocería Gris Lunar y Rojo Chile. Además las luces diurnas por LED se incorporan ahora en todas las versiones.
La otra novedad que puede que hayas notado, se debe a un paquete extra que da un toque de color al contorno de la parrilla, los retrovisores y las llantas por fuera, y a los marcos de los aireadores, el volante, los asientos y el pomo de la palanca de cambios por dentro.
En su interior apreciamos también cambios en la instrumentación, como los desaparecidos marcos en los que antes se encajaban tacómetro y velocímetro, y los nuevos mandos para la climatización y el sistema multimedia. Este puede ser ahora el Easy Connect con pantalla táctil, navegador y función Mirror Link, que reproduce en pantalla algunas funciones de nuestro smartphone.
En materia tecnológica hay alguna aportación más, como el detector de somnolencia y el freno multicolisión, que frena el coche automáticamente en caso de sufrir un impacto. SEAT dice que también ha revisado suspensión y dirección, posibilitando además que el conductor pueda variar su tarado desde el SEAT Drive Profile (opcional).
Todos los motores del Ibiza cuentan ahora con Start&Stop y cumplen la normativa Euro 6. Por la parte baja aparece una nueva versión del tricilíndrico 1.4 TDI con 75 CV y un consumo medio de 3,4 l/100 km, que se suma a las ya existentes de 90 y 105 CV. En gasolina otro tricilíndrico de 1.0 litros con 75 CV (atmosférico), 95 CV y 110 CV (ambos turbo) de potencia, completan la oferta, junto al 1.4 TSI de 150 CV con desactivación selectiva de cilindros.