Aunque sea francés el Renault Clio es uno de los modelos más populares en nuestro país y su cuarta generación era esperada con gran interés, después de una tercera que salvo por el magnífico RS, no había destacado en nada.
Lo primero que podemos corroborar al contemplar su nueva carrocería de cinco puertas, que por el momento parece que será la única, es que el Clio vuelve a ser un coche atractivo. Es cuestión de gustos, pero la última generación no fue de las más agraciadas y Renault se ha esforzado en corregirlo. Un frontal renovado con la nueva parrilla que podrían heredar los futuros modelos de la marca del rombo, una trasera totalmente nueva y de líneas muy marcadas, y un perfil caracterizado por la colocación de las manetas traseras en el marco de las ventanillas, convierten al Clio en un urbano moderno y con personalidad.
En el interior los cromados del volante y los cercos de los relojes captan nuestra atención, alejándonos del resto del salpicadero mucho más sencillo, en el que se deja todo el protagonismo a la pantalla de 7 pulgadas del sistema R-Link (eso sí, opcional). Este pretende hacer las funciones de un tablet, con navegación conectada para actualizar la situación del tráfico en tiempo real y con la R-Link Store, desde la que se podrán descargar aplicaciones.
En cuanto a motores el Clio viene preparado para rodar por la ciudad con consumos ajustados (el que quiera sensaciones tendrá que esperar al RS que aparecerá en septiembre). En gasolina estrena los nuevos Energy TCe 90 y 120. El primero un tres cilindros turbo de 0.9 litros que gasta 4,3 l/100 Km con unas emisiones de 99 g/Km CO2, y el segundo un cuatro cilindros con turbo y inyección directa de 1.2 litros (todavía en fase de homologación de sus consumos). En el apartado diesel, el Energy dCi 90 con un consumo de apenas 3,2 l/100 Km encandilará a los amantes del gasóleo.
Una caja automática de doble embrague EDC aparecerá asociada primero al TCe 120 y posteriormente al dCi 90. Con seis relaciones, esta caja coloca a los pequeños Clio entre lo más granado del segmento, en el que hasta hace muy poco era impensable un automatismo de este tipo.
Como también empieza a ser habitual el Clio podrá montar una cámara de marcha atrás y lo que es más sorprendente, un sistema denominado R-Sound Effect asociado al R-Link, que puede simular 6 ambientes de motor diferentes. Así la conducción de sus económicos motores puede hacerse algo más emocionante.
Los primeros Clio de nueva generación se pondrán a la venta antes de que acabe al año.