Hay lugares en el mundo en los que un Porsche no es un vehículo lo que se dice exclusivo, ni siquiera en sus versiones Turbo. Por eso los alemanes disponen del programa Porsche Exclusive, capaz de convertir cada modelo en una pieza única.
Un 911 Turbo denominado Lime Gold ha sido el último en pasar por sus manos, que con suaves pinceladas han hecho de él un coche exclusivo. El nombre le viene por la pintura exterior Lime Gold de su carrocería que hace contraste con los pilotos blancos y los faros de fondo negro. Las llantas de 20 pulgadas con 5 brazos, también pintadas en negro y con el borde pulido, redondean el conjunto.
En el interior trabajo a la inversa, aunque en lugar de negro se ha usado un marrón chocolate para cubrir prácticamente todo de alcántara y piel. El lima dorado se deja para la parte central de los asientos, los reposabrazos de las puertas, las costuras y los bordes de las alfombrillas.
Aunque en este caso el trabajo solo ha sido estético, en Porsche Exclusive pueden modificar otros aspectos como la aerodinámica del vehículo, su mecánica y electrónica para conseguir más potencia, y sus sistemas de escape. Es solo cuestión de talonario.