Peugeot quiere labrarse un nombre que calé más allá que el de una simple generalista, y para ello está llevando a cabo una labor doble: dotar de más calidad y presencia a sus productos, y crear una nueva línea deportiva. Y es en ese segundo sector en el que se encuadra su nuevo 208 GTi 30th Anniversary.
Con motivo de los 30 años recién cumplidos por el 205 GTi y coincidiendo con la celebración del Festival de Velocidad de Goodwood, los franceses han sacado a relucir esta edición especial que tiene algo más que el correspondiente toque de maquillaje. Un toque, por cierto, que termina de convertir en seña de la casa la combinación bicolor rojo/negro de su carrocería, vista anteriormente en los Exalt y 308 R Concept.
El trabajo estético se completa con unas nuevas salidas de escape circulares que sustituyen a las trapezoidales y unas barrocas llantas de 18 pulgadas pintadas en negro. Estas calzan unos Michelin Pilot Super Sport de 205 mm de ancho.
Pero lo que de verdad va a hacer de esta edición un coche para recordar, son los cambios que no se ven. El 208 GTi peca de ‘blando’, así que para el 30th Anniversary se ha modificado la suspensión (rebajada 10 mm), anchado las vías (22 mm delante y 16 mm detrás), mejorado el equipo de frenos (con unos Brembo que delante lucen discos de 323 mm con pinzas de 4 pistones) y sobre todo, montado un diferencial tipo Torsen en el eje delantero.
También se ha revisado el 1.6 THP sobrealimentado de 4 cilindros, para extraer del él 208 CV (+8) y 300 Nm (+25). Una pequeña mejora que con la ayuda del autoblocante, mejora el 0 a 100 km/h en 3 décimas, haciéndolo en 6,5 segundos. El kilómetro con salida desde parado se completa en 26,5 segundos y la recuperación de 80 a 120 km/h en 6 segundos.
Con esta edición especial, Peugeot marca un nuevo hito en su camino, retomando una vertiente deportiva que nunca debió perder.