Al Mégane RS y Scirocco R está a punto de plantarles cara un nuevo rival que les va a poner las cosas muy difíciles. El nuevo Astra OPC (en versión GTC) comienza a dar los primeros síntomas de vida con el anuncio de su llegada al mercado en el verano de 2012, y sus datos son apabullantes, además de su diseño, que se mire por donde se mire es realmente atractivo.
Si los 240 CV del anterior Astra OPC ya lo colocaron en su día como uno de los modelos más potentes y radicales del segmento, los 280 CV que desarrolla el motor gasolina turbo de 2.0 litros del nuevo modelo vuelve a posicionarlo en un lugar privilegiado en la categoría. Con semejante potencia y un par de 400 Nm transmitido al eje delantero, la colocación de un diferencial de deslizamiento limitado era prácticamente obligada. El dato de la aceleración en el 0 a 100 Km/h aún no ha sido desvelado, pero si el Mégane Coupé RS lo hace en 6,1 segundos con sus 250 CV, el objetivo del Astra OPC debería estar en rebajar esa cifra. Lo que si sabemos ya es que la velocidad máxima se ha autolimitado a 250 Km/h.
En el apartado de suspensiones se emplea la misma solución denominada “HiPerStrut” estrenada en el eje delantero de las versiones GTC del Astra, que es una McPherson de pivote desacoplado. Con eso y el sistema de control adaptativo del chasis “FlexRide”, que permite variar la respuesta de amortiguadores, dirección y acelerador, el Astra OPC debe hacer honor a su puesta a punto desarrollada en el circuito de Nürburgring con un comportamiento ágil y estable bajo cualquier circunstancia. Y para detenerlo con total seguridad, Brembo se encarga de firmar el equipo de frenos.
Si a nivel de motor y chasis al coche no le faltan atributos, estéticamente tampoco se queda atrás. Partiendo de una base ya de por si tremendamente atractiva como es el último Astra GTC, el trabajo de Opel en la versión OPC se ha basado en acentuar sus rasgos pero sin caer en la brutalidad de líneas que tenía el anterior Astra OPC. Esta vez los faldones fluyen perfectamente con el resto del modelo, incorporando en la parte trasera un difusor con una salida de escape trapezoidal a cada lado. Con este elemento se abandona la única salida en posición central del modelo anterior y del Corsa OPC, para seguir la tendencia ya iniciada con el Insignia OPC.
Dos accesorios especialmente vistosos son las llantas y ya en el interior los asientos delanteros, elementos que sin duda comenzarán a quedar marcados en nuestras retinas para identificar a este nuevo devorador del asfalto.