Nissan IDx Nismo e IDx Freeflow (vídeo)

No vamos a negar que cuando aparece una filtración o surge un rumor interesante, todos nos tiramos como locos a ello. Una foto borrosa o un coche medio camuflado captan nuestra atención poderosamente, tanto que luego cuando llega el modelo de producción ya casi hemos perdido el interés. Por eso una sorpresa como la que nos ha dado Nissan en el Salón de Tokio con los novedosos IDx se coge con verdadero gusto.
Nadie esperaba de repente una respuesta a los GT86/BRZ de la mano de Nissan en este Salón, pero los IDx son justamente eso. Cierto es que se encuentran todavía en fase conceptual, y dependiendo de su aceptación llegarán a producción o se quedarán en meras monturas con las que soñar.
Hay que hablar en plural porque a pesar de tratarse de un mismo coche, Nissan le ha dado dos personalidades muy diferenciadas: una clásica, IDx Freeflow y otra de carreras, IDx Nismo. Ambos toman mucho del Skyline de tercera generación de 1968, haciendo una reinterpretación moderna de un clásico con un resultado sorprendente y electrizante. Tienen tanta personalidad que a su lado un GT86/BRZ parece un coche del montón.
Ambos comparten formas cuadradas y el peculiar pilar C flotante, pero se diferencian en tantos detalles que tienen personalidades totalmente diferentes. Faros, llantas, pasos de rueda, taloneras, escapes, alerones, faldones… Incluso el interior es muy diferente entre uno y otro, y no solo por los acabados y elementos como volante, cuadro y asientos, también porque el Freeflow tiene 4 plazas y el Nismo solo 2.
Ambos envían su potencia a las ruedas traseras, pero cuánta y de dónde sale también cambia. En el Nismo se ha optado por un motor de 1.6 litros turbo capaz de ofrecer muchas sensaciones, mientras que en Freeflow se montaría un 1.2 o 1.5 litros con una personalidad más sosegada. Lo que es común a ambos es la transmisión CVT de variador continuo.
¿Nismo o Freeflow? Quizás ni uno ni otro, ambos llevan su personalidad demasiado al límite como para ser un coche de serie fácil de colocar. En el punto medio está la virtud y si Nissan llega a producir un IDx que tome un poco de uno y otro el resultado puede ser redondo.