Los coches eléctricos están empeñados en hacerse un hueco entre nosotros, y demostrar de lo que son capaces en una carrera como el ascenso a Pikes Peak (si es que son capaces de hacer algo bueno), podría darles un empujoncito. Mitsubishi apuesta por ello y por eso se va a llevar una versión proteinizada de su i-MiEV hasta la famosa montaña.
El i-MiEV Evolution tiene poco que ver con el convencional, cosa que se descubre a simple vista con la nueva carrocería realizada en fibra de carbono montada sobre su chasis tubular. Pero esta falta de parecido es lo de menos, lo importante es lo que se esconde bajo ella.
Tres motores eléctricos se encargan de mover el coche, que cuenta con un sistema de tracción total gracias a que uno de ellos envía su fuerza a las ruedas de delanteras y los otros dos a las traseras. La potencia conjunta es de 326 CV, una cifra no muy alta para vencer la carrera teniendo en cuenta los monstruos que allí se baten, pero cuenta con la ventaja de que su potencia no decae por la falta de oxígeno a medida que se va ascendiendo.
A los mandos del ingenio irá Hiroshi Masuoka, ganador del Rally Dakar en 2002 y 2003. El japonés tratará de demostrar de lo que son capaces los motores eléctricos, en los que tiene gran confianza por su excelente rendimiento y respuesta.
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