Si has sido siempre un poco friki del mundo del motor, seguro que te has sabido al dedillo la denominación de todos y cada uno de los modelos de cada marca. Y posiblemente todavía te las sepas, pero reconocerás que cada día es más complicado tanto por el enorme aumento de modelos, como por las a veces poco coherentes denominaciones que reciben. Una de esas marcas que tendría que poner un poco de orden en su casa es Mercedes, y por lo que cuenta Automobile, están a punto de ponerse manos a la obra.
Hasta hace no demasiado, las denominaciones de Mercedes eran bastante lógicas, al menos en la mayoría de sus modelos. Clase C, Clase A, Clase B, Clase E, e incluso los derivados tenían sentido, CLK, SLK, GLK, al considerarse estos los hermanos pequeños de los CL, SL y GL. Pero ahora, al tratar de asociar las tres letras con el modelo del que realmente derivan (un CLK no derivaba de un CL evidentemente) llega el lío.
Un lio que se acrecienta cuando hay casos en los que es realmente complicado identificar al modelo con su origen. Un E Coupé por ejemplo, es el cupé del Clase E, pero en realidad su chasis proviene de un C. Y un CLS usa el chasis de un E, pero se le apellida con la S por su condición de coche de lujo, más próximo al Clase S.
Esto no podía seguir así, y menos con la llegada de nuevos modelos que se avecina. Por eso se van a implantar una serie de reglas ‘básicas’ que deberían solucionar el problema, aunque tampoco queda tan claro…
En principio las berlinas mantendrán sus nombres básicos, C, E y S y, a partir de ahí se denominará a sus derivados en base a: los cupés y descapotables se denominarán con el prefijo CL, seguido de la letra de su clase, mientras que los SUV usarán el prefijo GL con el mismo funcionamiento.
Está claro entonces que el cupé de la Clase E, actual E Coupé pasará a llamarse CLE, mientras que el todoterreno derivado de la Clase C, el GLK, será el GLC. Sencillo ¿verdad?
Pero que pasa entonces con los CL, CLS, SLK… (y no nombro al Clase R porque se supone que va a desaparecer). Aquí el tema aún es algo difuso, pues por ejemplo el CLS parece que seguirá manteniendo su nombre, mientras que el próximo CL pasaría a llamarse SLC. Y habrá que ver como llaman al hermano pequeño del SLS, pero podría retomarse el nombre de SLR.
Aunque con algunos cabos sueltos, parece que esta puede ser la mejor opción para tratar de dar nombre a toda una gama tan extensa como la de Mercedes. Algo que aunque no lo parezca, es de gran importancia, pues muchas veces el nombre, vende más que el propio producto.
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