Poseer un coche de la talla del McLaren P1 es uno de los sueños de casi cualquier mortal, pero solo unos pocos pueden llegar a permitírselo y de entre ellos, solo un puñado exprimirán sus posibilidades. Aún con todo, a algunos de ellos les quedará el gusanillo de “¿y ahora qué?, pregunta a la cual se responde con lo siguiente: P1 GTR.
La versión carreras-cliente del P1 que McLaren pondrá a la venta el año que viene, no es solo un coche de competición (aunque no se ha fabricado bajo especificaciones de ningún reglamento). Hacerse con un P1 GTR significa convertirse en piloto, y salvo el don natural (que no se puede comprar con dinero), McLaren pondrá a la disposición del comprador todo lo necesario para ello.
Cada piloto recibirá un entrenamiento técnico, físico y mental, impartido por el personal de McLaren. Antes de subirse al coche, los integrantes del programa habrán podido conocer los circuitos y las técnicas de pilotaje de competición, gracias a las prácticas que habrán realizado en el simulador que utilizan los propios pilotos del equipo de Fórmula 1.
Cuando acudan a las carreras, que durante el primer año se celebrarán en 6 circuitos del calendario de F1, los coches estarán gestionados por equipos de mecánicos de la marca. Además cada piloto contará con la ayuda de un entrenador personal y un ingeniero, con los que revisarán los datos de la telemetría y los vídeos para mejorar los tiempos.
Sobre la bestia en cuestión, ya conocemos su aspecto exterior gracias a que en Pebble Beach nos enseñaron el P1 GTR Design Concept. También su potencia, que han aumentado hasta los 1.000 CV, pero nos faltaba por ver el interior. McLaren ha revelado las primeras imágenes y como el resto del coche, es 100% racing.
En el P1 la fibra de carbono ya es abundante, pero en el GTR se hace omnipresente. Todo está hecho de este material, incluso los baquets tipo DTM con sistema HANS. También el volante, elemento que con su diseño deja claro (por si no lo estaba ya) que estamos frente a un coche de competición, pues se inspira en el de los MP4-23 de F1 de 2008.
De esta manera McLaren hará realidad los sueños de un puñado de millonarios, que podrán jugar a las carreras y sentirse como verdaderos pilotos, a los mandos de uno de los mejores coches de carreras del momento.