McLaren acaba de dar a conocer la versión roadster de su MP4-12C, el Spider, que se convierte así en el segundo modelo a la venta de la marca mientras esperamos la llegada de un hermano mayor y quizás de alguna versión más del MP4-12C (¿un shooting brake?).
Aparte de por ser su rival directo, es inevitable que se nos venga a la cabeza el Ferrari 458 Spider con solo contemplar al McLaren. Y es que la solución de techo duro retráctil empleada, junto con las dos jorobas tras los asientos, es calcada a la del italiano. Si bien en este último todo ha quedado integrado de forma más natural que en el británico, que en esta versión tampoco se va a distinguir por ser el más bello de la categoría.
Pero todo lo que hace del MP4-12C cerrado uno de los mejores, sigue prácticamente inalterado en el Spider. Su monocasco de fibra de carbono conserva intactas sus características ahora que se prescinde del techo, con un aumento de peso del conjunto de solo 40 Kg (en condiciones de homologación el total se sitúa en 1.474 Kg). El motor central V8 biturbo de 3.8 litros se presenta ya con los 625 CV de la última actualización del MP4-12C, y su caja de cambios de doble embrague con 7 relaciones no varía tampoco en el Spider.
Es normal entonces que las prestaciones sean prácticamente calcadas en ambos. La aceleración de 0 a 100 Km/h sigue haciéndola en 3,1 segundos, mientras que el 0 a 200 Km/h cae ahora en 9 segundos (2 décimas más) y la velocidad máxima se queda en los 329 Km/h (4 Km/h menos). Lo que no varía tampoco es el consumo, con una media de 11,7 l/100 Km.
La gran novedad, el techo duro retráctil, emplea menos de 17 segundos en aparecer y desaparecer y puede realizar estas maniobras a una velocidad de hasta 30 Km/h. Cuando está desplegado, deja un hueco de 52 litros que puede ser utilizado como maletero para el que McLaren ha diseño además una bolsa de viaje a medida. Y tiene una luneta trasera que se puede subir y bajar de forma independiente, haciendo a la vez las funciones de cortavientos.
Poder quitarle el techo al de Woking tiene un sobrecoste de 25.000 euros respecto al cupé, por lo que el precio final de esta versión Spider se sitúa en 258.400 €. La única pega para el que esto no le suponga un problema, es que los primeros no se entregarán hasta noviembre, por lo que nada de disfrutar este verano a cielo abierto con un McLaren.