Lo difícil ya está hecho, con un impresionante hypercar como el P1 y un superdeportivo de altos vuelos como el 650S. Tras semejantes elementos, lanzar un superdeportivo de acceso no debería resultarles difícil a los chicos de McLaren, pero cuidado, porque su pieza más terrenal ha de ser también la encargada de proporcionarles los mayores beneficios.
Tras oír hablar mucho de él, el deportivo que va a completar su gama por la parte baja ya está aquí, el nuevo 570S. El primero de la gama, el 12C, nació con un diseño un tanto frío que quedó muy descolocado cuando nació el espectacular P1. La solución de McLaren fue darle un lavado de cara siguiendo el estilo de su hermano mayor y rebautizarlo como 650S, definiendo un lenguaje de diseño adoptado por el nuevo benjamín de la familia.
El 570S tiene la misma mirada con los faros que evocan el emblema de la marca, los pontones laterales de color negro y los pilotos formados por una tira de LED. Es pariente del P1, no hay duda, todos estos detalles y su carrocería esculpida con el mismo mimo en el túnel de viento así lo atestiguan, pero el conjunto no resulta tan atractivo.
El interior en cambio es más cálido que el de sus hermanos, con más paneles tapizados en cuero y una consola que ahora ya no forma un solo bloque del salpicadero al túnel central. El cuadro sigue siendo digital y la pantalla táctil del salpicadero mantiene su disposición vertical. El maletero situado en el morro, cuenta con 150 litros de capacidad.
El parecido con sus mayores no es solo visual, porque el 570S también hace uso de un monocasco de fibra de carbono que pesa menos de 80 kg, logrando un peso en vacío de 1.313 kg repartidos al 42:58. Una cifra muy buena para un deportivo de 4,53 m de largo, por 2,1 m de ancho y 1,2 m de alto.
Tampoco se ha escatimado con el motor, montando en posición central el mismo 3.8 V8 twin-turbo del resto de McLaren, asociado al cambio de doble embrague de 7 relaciones. Su potencia se ha contenido hasta los 570 CV a 7.400 rpm con un par de 600 Nm, que enviados a las ruedas traseras consiguen unas prestaciones similares a las de rivales más potentes, alcanzando los 100 km/h saliendo desde parado en 3,2 segundos, los 200 km/h en 9,5 segundos y los 328 km/h de velocidad máxima. El consumo medio es de 9,2 l/100 km.
El tren rodante se compone de unas suspensiones de paralelogramo deformable en ambos ejes con amortiguadores adaptativos con tres programas de funcionamiento (Normal, Sport y Track), y unos neumáticos Pirelli P Zero Corsa 225/35 en llantas de 19 pulgadas delante y 285/35 en llantas de 20 pulgadas detrás. Los frenos carbocerámicos son de serie.
El Porsche 911 Turbo nunca tuvo tantos rivales y con tan buenas cualidades.
