Ya era hora. Después de casi 50 años en el mercado y tras 5 generaciones, el famoso Mustang de Ford va a llegar hasta nuestras fronteras de forma oficial en su sexta y última generación. Aquí lo tenemos con su espíritu inalterado pero con nuevos elementos requeridos en nuestros mercados.
Indudablemente lo primero que capta nuestra atención del nuevo Mustang es su diseño. No es sorprendente pues es una evolución del anterior (que se basaba en el de la primera generación) pero, ahora que es un rival real para modelos como el Audi A5 Coupé o el BMW Serie 4 y lo vemos como una opción de compra, es chocante. Como buen muscle americano, derrocha testosterona por los cuatro costados.
Todo lo bueno que tiene el diseño exterior de un coche como este, parece trasladarse también al interior, pero como malo. La robustez de las formas de su carrocería se aprecia también en los paneles, de aspecto tosco y con un diseño simple. Al menos los aireadores redondos salvan un poco la papeleta y, la pantalla central de 8 pulgadas lo pone al día en el apartado multimedia.
Dejando a un lado el aspecto del diseño, que en Europa encontrará defensores y detractores, una parte fundamental en la que debía mejorar el Mustang era en su técnica. Por fin el eje rígido trasero se ha sustituido por una suspensión multibrazo, que acompañada por un esquema McPherson delante, lo pone al nivel de la competencia.
Otro apartado que se debía revisar en el Mustang antes de hacerlo aterrizar en Europa era el de sus motorizaciones. Un buen muscle necesita un V8, pero el de 5.0 litros con 426 CV y 529 Nm con el que se ofrece, no tendría nada que hacer en nuestro continente para generar un volumen de ventas aceptable.
Por eso Ford ha introducido un nuevo 4 cilindros de 2.300 centímetros cúbicos con tecnología EcoBoost, que con sus 309 CV y 407 Nm, va a casar mucho mejor con nuestras necesidades condicionadas por el precio de los combustibles. Un diesel lo haría aun mejor, pero de esto de momento ni hablamos.
Como en el resto de las generaciones anteriores, habrá una versión descapotable que Ford también ha mostrado ya. Mantiene el tradicional techo de lona y pierde parte del encanto del diseño del cupé, pero es el precio a pagar por poder conducir este coche a cielo abierto.
De momento Ford no ha revelado datos sobre prestaciones, precios o fecha de comercialización, pero como esto último no ocurrirá hasta 2015, aun hay tiempo.
Listado de precios.