Después de 2 lavados de cara y un sin fin de ediciones especiales, parecía que el Lamborghini Gallardo no iba a morir nunca. Pero ni siquiera el Lambo más exitoso de la historia es inmortal y su desaparición se ha compensado con creces con un sustituto que promete estar a la altura y más si cabe, el Huracán.
Si por algo se caracteriza Lamborghini es por la espectacularidad de sus monturas, y el Huracán cumple en toda regla. No es tan atrevido como su hermano mayor el Aventador, pero desde luego girará todas las cabezas a su paso. El Gallardo ya lo hacía, pero se le veía viejo frente al escultural 458 Italia de Ferrari, un coche que ahora tiene mucho que temer ante este nuevo Lambo.
Haciendo un magistral uso de las formas planas y las aristas, luce un frontal amenazante y un trasero afilado en forma de cuña, en los que los grupos ópticos (con todas sus funciones por LED) cumplen su importante papel. El perfil lateral tiene unas formas muy limpias rotas solamente por las obligadas entradas de aire para los órganos mecánicos en taloneras y pilares C.
Detrás se aloja el órgano mecánico principal, su motor V10 de 5.2 litros proveniente del Gallardo pero llevado aquí hasta los 610 CV de potencia a 8.250 rpm y 560 Nm de par a 6.500 rpm. El motor cuenta con sistema de doble inyección, que le permite trabajar con esta de forma directa o indirecta.
Como es norma en los Lamborghini de los últimos años, el sistema de tracción es total (habrá que esperar para ver un Huracán de 2 ruedas motrices). La caja de cambios manual desaparece definitivamente y se estrena una de doble embrague LDF con 7 velocidades, diferente a la ISR del Aventador.
Las prestaciones como uno se puede imaginar son muy buenas, con unos valores de aceleración de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos, de 0 a 200 km/h en 9,9 segundos, y con una velocidad máxima de 325 km/h.
El consumo medio es de 12,5 l/100 km, un valor inferior en 1,5 litros al del Gallardo. Para conseguir bajar esa media oficial el coche cuenta con el sistema Stop&Start, una función que en la práctica desactivarán muchos de sus propietarios, que no se compran un coche de estas características para ‘matar’ su V10 en los semáforos.
El Huracán da otro importante paso adelante respecto al Gallardo en su construcción. Su chasis es un híbrido de fibra de carbono y aluminio que además de una mayor rigidez consigue reducir el peso del coche a 1.422 kg. Un Ferrari 458 es más ligero (1.380 kg) pero no tiene tracción total y se conforma con 2 cilindros menos.
En materia de bastidor, cuenta con suspensión adaptativa gracias a sus amortiguadores magnetoreológicos, dirección dinámica con asistencia y desmultiplicación variables, y frenos carbocerámicos. El conductor puede elegir entre tres modos de conducción diferentes: Strada, Sport y Corsa. Estos modifican la respuesta del motor, caja de cambios, sistema de tracción, controles electrónicos, dirección, amortiguación y sonido del escape.
Lamborghini lanzó un primer teaser del coche llamándolo proyecto Hexagon, y al ver el interior entendemos por qué. Numerosos elementos cuentan con esta forma poliédrica destacando especialmente en el salpicadero con los aireadores y el cuadro, en el que una pantalla TFT de 12,3 pulgadas nos da toda la información necesaria.
Siguiendo la tradición el nombre de este astado proviene de uno real que demostró su poderío en una plaza, concretamente en la de Alicante en el año 1789. Huracán fue un toro de extremada fiereza, al que este automóvil seguro hará honor.