Como el propio Chris Harris dice, el C 63 AMG marcó un antes y un después en Mercedes AMG. Esa berlina supuso el asalto definitivo de la marca a los vehículos de carácter rabioso, con descendientes como el C 63 Coupé Black Series o en otro estatus pero con el mismo motor, el SLS.
Por desgracia, pues no siempre es para bien, los tiempos cambian. En este caso el gran V8 atmosférico de 6.2 litros tiene los días contados, lo mismo que el actual Clase C. Un nuevo C AMG llegará pronto, con un motor V8 sobrealimentado de 4 litros más potente y eficiente, pero ya no será lo mismo. No tendrá el rugido del 63 AMG ni subirá tanto de vueltas.
Harris habla también de la eterna batalla con el BMW M3, que sobre el papel solía ganar el de la M tricolor. Incluso sin ser el mejor, al C 63 se le echará de menos. Esta es la pequeña despedida del británico.