Aston Martin acaba de presentar su nueva punta de lanza, el renacido Vanquish. Sustituyendo al DBS, el último V12 británico viene con un diseño conocido y sin grandes alardes tecnológicos, pero seguramente tampoco necesite más para triunfar.
Esa silueta ya vista antes en el concept Project AM310 y posteriormente en un vídeo espía paseando por plena calle, está realizada en fibra de carbono y aluminio, igual que su chasis que emplea la plataforma VH de Aston. Dato positivo, que la rigidez torsional se ha aumentado un 25% respecto al DBS, dato negativo, que sigue sin ser un peso pluma con sus 1.739 Kg (un Ferrari F12berlinetta se queda en 1.525 Kg).
El motor V12 de 6.0 litros va colocado en posición delantera central (colocado por detrás del eje delantero) y es una evolución del V12 de la marca, que en este ocasión da un total de 573 CV de potencia y 620 Nm de par. Cifras que lo dejan lejos del resto de V12 de la competencia, que ya alcanza los 700 CV en el caso de Lamborghini o los supera llegando hasta los 740 CV en el de Ferrari.
De ahí que sus prestaciones no sean nada del otro mundo, quedándose su velocidad máxima en 295 Km/h y su aceleración de 0 a 100 Km/h en 4,1 segundos. El ‘simple’ Volvo S60 Polestar que acabamos de conocer ya sería capaz de superar al Vanquish.
Su caja de cambios tampoco es especialmente novedosa, pues sigue sin ser de doble embrague y se conforma con seis velocidades. Al menos la suspensión cuenta con amortiguadores de dureza variable y dispone de tres modos de funcionamiento: Normal, Sport y Track. Y también son de agradecer sus frenos carbocerámicos, con discos de 398 mm y 360 mm, con pinzas de 6 y 4 pistones delante y detrás.
Mientras ese diseño tan conseguido de Aston Martin siga cautivando no hay de qué preocuparse, pero si algún día deja de enamorar como lo hace los de Gaydon deberían ponerse a temblar.
Si bien el Vanquish es algo más barato que sus rivales V12 (su precio antes de impuestos rondará los 230.000 €) este no es un factor determinante a la hora de hacerse con uno de estos coches. Aunque también es verdad, que su tiempo por vuelta tampoco suele serlo.
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